Alberola Rojas debió expulsar a Olasagasti por su alevosa entrada a Vinicius Juniór. Con el fin de amedrentarlo. Práctica que aireó Pablo Maffeo, jugador del Real Mallorca, a fin de evitar que el futbolista brasileño impusiera su calidad en el terreno de juego. Suerte tuvo Vinicius de salir ileso de la brutal acción empleada contra él por el lateral donostiarra. Día llegará en el cual haya que lamentar esas imperdonables acciones empleadas con el deseo de anular por las malas la calidad del delantero merengue.
A propósito de la calidad: es conveniente destacar la que tiene Endrick Moreira de Sousa. El cual abrió el marcador en el minuto 29. El joven brasileño no ceja en su empeño de ganarse su titularidad en un equipo repleto de grandes futbolistas. Su gol sirvió para empatar un partido que ganaban los visitantes desde el minuto 15. Tanto obtenido por Ander Barrenetxea. Debido a los despistes defensivos que viene padeciendo el equipo dirigido por Carlo Ancelotti y que, según vemos, no son corregidos.
Mikel Oyarzabal, siempre destacado en el juego de su equipo, con dos goles, después del tanto en propia puerta de David Alaba, enmudeció al Bernabéu. Pero, como viene siendo habitual, Bellingham en el minuto 81 y Tchouameni en el 85 le dieron la vuelta al marcador y por consiguiente metieron a su equipo en la final de la Copa del Rey que se jugará en el Estadio de la Cartuja en Sevilla. El Madrid, una vez más, demostró que nunca se rinde.
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