El dominio del Madrid fue constante durante todo el encuentro. Porque sus jugadores tenían más que asumida la importancia de los puntos en juego. Dado que en el Bernabéu aún seguía flotando el enfado por la eliminación de la UEFA Champions League. Amén de que una derrota hubiera dejado expedito el camino del Fútbol Club Barcelona hacia el título de la Liga Santander. Por lo tanto, Ernesto Valverde no dudó en situar a sus hombres en un bloque bajo y que llevaran a cabo marcajes rigurosos. El sistema de juego contaba además con un guardameta de la categoría de Unai Simón. El cual hizo paradas de auténtico mérito.
En el Madrid fue Vinicius Juniór quien desde el primer momento mostró los bríos suficientes para derribar el muro que habían creado los bilbainos al borde del área grande. Un repliegue intenso contra el cual se estrellaba su equipo. Mas nunca el extremo brasileño se dio por vencido y se dedicó a jugar como él sabe; es decir, con conducciones veloces, regates inverosimiles y sobre todo alentando a sus compañeros para que le acompañaran en una tarea que exigía también confianza en que el premio a ese trabajo sería el gol.
El Madrid consiguió batir a Unai Simón en el minuto 79. Pero el gol de Vinicius fue anulado por un fuera de juego que el VAR nunca suele ver cuando se trata del Fútbol Club Barcelona. El día anterior fuimos testigo de ese desenlace en la Ciudad Condal. De modo que el equipo dirigido por Carlo Ancelotti tuvo que seguir buscando, a veces con desesperación, el gol deseado. Y llego por medio de Fede Valverde en el minuto 92. Fue marca uruguaya. O sea, que el centrocampista del Madrid lanzó un obús que tiene registrado y del que echa mano cuando los partidos están dando las boqueadas. Tanto que vale un Potosí. Porque permite al Madrid seguir luchando por el título y además confiar ciegamente en que puede ganar la Copa del Rey.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.