Tres minutos se llevaban jugados cuando Rodrygo Göes golpeó el balón con tanta fuerza que dejó a Oblack hecho una estatua de sal en la portería. El gol encajado no afectó al Atlético. Es más, a partir de entonces se hizo dueño del balón y amainó el temporal haciendo correr al equipo blanco. Y a la media hora logró el premio del empate de un disparo potente de Julián Álvarez. Acción que bien pudo evitar Eduardo Camavinga de haberle disputado la pelota al argentino. La negligencia del centrocampista francés es cada vez más evidente cuando defiende. El gol de la victoria del equipo merengue lo hizo Brahim Diaz. El jugador hispano-marroquí es un todoterreno que aprovecha siempre las oportunidades que le da Carlo Ancelotti.
El Atlético de Madrid fue mejor durante una hora más o menos. Tiempo más que suficiente para que hubiera logrado empatar o ganar el encuentro y posiblemente haber dejada resuelta la eliminatoria. Pero 'El Cholo Simeone' temeroso de los contraataques blancos cortó de raíz cualquier alegría ofensiva de los suyos. Aun teniendo en el césped a dos delanteros que le tienen tomada la medida al Madrid. ¡Ah, de Kylian Mbappé conviene destacar su escaso rendimiento! Y lo peor del asunto es que ha contagiado a Vinicius Juniór. Màs preocupado de destacar por su bonhomía con el francés que por acabar él las jugadas con posibilidades de gol.
Otro problema es cómo el Real Madrid se deja ganar la partida en el centro del campo. Cierto es que se nota muchísimo la baja de Jude Bellingham. Capaz de estar en muchos sitios a la vez y rendir plenamente. Mas ello no debería ser óbice en una plantilla tan amplia. En fin, es de esperar que Carlo Ancelotti tenga la lucidez suficiente para afrontar el partido de vuelta en el Metropolitano con los hombres más adecuados a fin de salvar semejante escollo. Pues bien sabido es cómo se las gastan los rojiblancos en el barrio de Rosas cuando se enfrentan al mejor equipo de la capital de España.
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