El Betis se aprovechó de los errores del Madrid

Carlo Ancelotti ha dado en la manía de situar a Luca Modric en el centro del centro del campo. Decisión que no siempre es la más idónea para su equipo. Sobre todo cuando enfrente haya rivales capaces de superar físicamente al croata o bien que se encuentre con Isco Alarcón. El cual suele redoblar sus esfuerzos ante su antiguo equipo. No es la primera vez que uno se atreve a opinar al respecto. Verbigracia: así lo hice hace nada. A pesar de que frente al Gerona jugó notablemente porque nadie del equipo gerundense lo marcó como mandan los cánones. 

El Madrid hace ya mucho tiempo que viene fallando en el juego por elevación. Lo cual no le corresponde a un equipo que tiene centrales de mucha altura y que están considerados como especialistas en el juego aéreo. Y, por si fuera poco, Thibaut Courtois mide 2.00 m. Lo cual es prueba evidente de que tampoco domina el área pequeña. El Betis se aprovechó, como tantos otros conjuntos, de esas deficiencias del equipo merengue. Y lo hizo por medio de Johnny para empatar un partido que perdían por el tanto marcado por Brahim Diaz a los nueve minutos.

El empate le sentó tan mal al Madrid como bien le hizo a los hombres dirigidos por Pellegrini. Los cuales obtuvieron el segundo tanto de penalti en el minuto 53. La pena máxima fue ejecutada por Isco Alarcón. El malagueño tuvo la oportunidad, una vez más, de alegrarse las pajarillas frente a su ex equipo. A partir de ese momento el equipo blanco quiso pero no pudo salir del embrollo en el cual se había metido por causa de un planteamiento erróneo y por mostrarse con una suficiencia de la que carece. Obras son amores y no buenas razones.

El Real Madrid sigue dando una de cal y otra de arena. Su irregularidad es una verdad incuestionable. Y sus futbolistas van perdiendo la confianza que necesitan para afrontar con éxitos las competiciones en las que están inmersos. De ahí que en cualquier momento puedan surgir las protestas airadas en el Bernabéu... Y Florentino Pérez se verá abocado a tomar una decisión nunca deseada por los presidentes. Ojalá que semejante medida no sea necesaria.