Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

jueves, 23 de enero de 2025

El Real Madrid golea al Salzburgo

El equipo blanco ha ido mejorando con el transcurrir de los días. Sus delanteros hacen goles con facilidad. Lo cual no debería ser motivo de extrañeza en un conjunto en el que juegan Rodrygo, Vinicius, Mabppé, Bellingham, Brahim Diaz y jóvenes de la talla de Arda Güler y Endrick. No obstante, aun cuando las victorias son holgadas, el sistema defensivo sigue dando muestras de debilidad en no pocas ocasiones. Sí, claro que sí; ya sé que muchos aficionados achacarán ese problema a que los defensas merengues sufren de lo lindo por la pereza que muestran sus compañeros atacantes cuando les toca presionar o replegarse para evitar los contraataques. Pero conviene recordar que pocos laterales adversarios se atreven a incorporarse al ataque dejando a sus espaldas a los extremos del Madrid.

Tampoco conviene pasar por alto la labor que actualmente viene haciendo Jude Bellingham como mediocentro capaz de estar en misa y repicando. Y de cómo conecta con Kylian Mbappé. El cual no deja de ser un delantero centro flotante o falso delantero que causa problemas a los encargados de marcarle. Sabedores además que la velocidad del francés es una cualidad que le permite intranquilizar a sus oponentes sin solución de continuidad. Los atacantes del Real Madrid por el centro gozan además de la ventaja de contar con el juego extraordinario de sus extremos. Quienes basan su eficacia en los desbordes con el balón en carrera y en la velocidad que atesoran a fin de llegar rápidamente a los pases que se les envían a los espacios libres. Jugadas que son un martirio para los encargados de mantener el orden defensivo.

A pesar de todo lo dicho, sería absurdo no reconocer que el Madrid defiende a veces pésimamente. Incluso cuando lo hace se le nota que no es su mayor virtud. Tal vez porque sus futbolistas confían ciegamente en una superioridad atacante que les da magníficos resultados. Incluso cuando sus jugadores más adelantados optan por sestear. Eso sí, cuando intervienen son letales para sus contrarios. Es el caso de Rodrygo que marcó dos goles en apenas diez minutos. El tercero lo obtuvo Mabppé y Vinicius logró el cuarto y el quinto. El Salzburgo jugó muy bien los primeros veinte minutos y quedó desolado por la goleada recibida. O sea... ¡Ah, se me olvidaba decir que Mads Bedstrup marcó el gol del equipo austriaco.





 





 

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