Los extremos brasileños

 A veces, aunque no me guste mirar hacia atrás por temor a quedarme como la mujer de Lot, decido ahondar en el pasado para aclarar ideas acerca de cualquier discusión que se suscita sin solución de continuidad. En este caso, el asunto que se delibera todos los días y fiestas de guardar está relacionado con Vinicius Juniór. El mejor extremo del mundo a pesar de que en España es criticado acerbamente. Verbigracia: la prensa catalana no ceja en su empeño de ponerlo en la picota por cualquier nimiedad. Una obsesión propia de catetos ribeteados de una envidia enfermiza. 

Los enemigos de Vinicius han ido aumentando sin cesar y no les causa vergüenza llenarlo de vituperios a voz en cuello. Aunque vayan a los estadios acompañados de sus hijos. Semejante comportamiento es deleznable. Y, desde luego, no entiendo que haya quienes optan por airear a los cuatro vientos que el vilipendiado es culpable de cuanto le sucede por rebelarse en ocasiones contra tanta maldad. El público es soberano. Claro que sí lo es. Pero ello no le da derecho a vociferar improperios contra nadie. Tampoco me vale que haya doctos en la materia (!) que disculpen a los insultadores porque ese comportamiento les permite olvidarse de sus problemas...

En fin, dicho lo dicho, aprovecho la ocasión para decir lo siguiente: Brasil ha tenido siempre grandes futbolistas y sobre todo extremos geniales. Yo me acuerdo de cuando vi por primera vez a Garrincha cuando militaba en el Botafogo y deslumbró a cuantos estábamos en el Trofeo de Carranza. Tenía los pies torcidos y ese defecto le valía para driblar a cuantos defensores intentaban robarle la pelota.  Pero sería una injusticia que yo no recordara aquellos años en los que en España se podía disfrutar de futbolistas como Tejada, Gainza, Gento, Collar, Kopa, Amancio... 

Ah, siempre he dicho y jamás me he retractado de ello, que en Ceuta fue nacido uno de los mejores jugadores en esa demarcación! José Paz, apodado 'Chuli',  ponía de bote en bote el Estadio del Arcángel en Córdoba. Y aún desata pasiones hablar de él en los mentideros futbolísticos de Córdoba la llana.