El Barcelona golea a un Madrid carente de recursos defensivos

Desde que comenzó la temporada vengo diciendo que el Real Madrid adolece de falta de un sistema defensivo fiable. No defender en bloque es, sin duda alguna, exponerse a que los contrarios se crezcan e incluso que se adelanten en el marcador. Obligando al equipo blanco a esforzarse de lo lindo para lograr remontadas que luego celebran sus aficionados como hazañas futbolísticas. Kylian Mbappé tuvo dos oportunidades que ni pintiparadas para batir a Iñaqui Peña. Pero las marró como si fuera un principiante que juega alterado por la inexperiencia en partidos de tanta trascendencia. Con empate a cero acabó la primera parte.

Tras el descanso, el equipo dirigido por Hansi Flick aprovechó la abulia blanca y el desorden imperante en todas sus líneas para abrir el marcador en el minuto 53 por medio de Lewandowski. El alemán volvería a batir a Lunin en el 55'. Raphinha y Lamine Yamal lo hicierone en el 73' y 76'. Provocando un mutismo sepulcral en el Bernabéu. Cabe decir que el desastre merengue no fue una sorpresa para quienes hemos venido diciendo que los males del equipo blanco no eran subsanados por su entrenador. Debido a que éste ha caído en el error de creer que Kylian Mbappé iba a ser la panacea que curase todos los males del conjunto. 

Mas la sociedad que forman el francés y Vinicius Juniór, amén de no cuajar en la medida esperada, está causando problemas en el sistema defensivo, porque ambos se han aferrado a esa idea de que no se puede estar en 'misa y repicando'. Es decir, que si atacan no defienden. Y, claro, el interior exterior y el lateral de ese costado las pasan canutas cuando los contrarios atacan. Y, por si fuera poco, cuando el juego del centro del campo no convence, Carlo Ancelotti pierde la noción de lo que le conviene al equipo. Por ello siempre recurre a Luka Modric como pócima. El cual no está ya para hacer milagros por sistema.

En fin, el Madrid tiene plantilla suficiente para superar el mal trance actual y reverdecer lauros. Siempre y cuando se aprovechen las cualidades de Mabppé, Bellingham, Vinicius, Valverde, Rodrygo, Güller... Y sobre todo enmendar los errores que comete el equipo cuando le toca defender. Unas veces por pereza y otras porque sus componentes se desentienden de esa misión cuya importancia desdeñan. Sin caer en la cuenta de que para ganar partidos es tan importante atacar como defender. Hasta el punto de que un equipo que encaja pocos goles siempre acaba logrando sus objetivos. Que en el caso del Madrid es ganar, ganar y ganar. Es decir...