El contragolpe del Girona es demoledor

Aleccionado por su entrenador, Miguel Sánchez Muñoz, más conocido por el sobrenombre de 'Michel', el equipo gerundense ha conseguido hacer de los contraataques un arma mortal para sus rivales y un recreo para la vista de los espectadores que nos agrada sobremanera ese estilo de juego en el que prima el buen gusto y la practicidad. Amén de poner a contribución de esa idea una disciplina espartana en los marcajes. No me extraña, pues, que Miguel Gutiérrez haya mejorado tanto en labores defensivas. Lo cual le permitirá, en caso de que regrese al Madrid, destacar sobremanera en el equipo blanco.

El Barcelona las pasó canutas desde que comenzó el encuentro. Y el premio a ese dominio gerundense se tradujo en el primer tanto marcado por Dovbyk. Corría el minuto once cuando el delantero ucraniano batía a Iñaqui Peña. Pronto empató Lewandowski. Pero los visitantes no acusaron el golpe y siguieron buscando la portería  de IP. Por cierto, guardameta que muestra muchas dudas en sus intervenciones. El Girona no se arredró por el empate y Miguel Gutiérrez tampoco cejó en su afán de hacerse dueño de su banda. Y en una de sus correrías por su costado izquierdo marcó un golazo. Tanto que llegó cuando quedaban escasos minutos para acabar la primera mitad. 

La segunda parte fue más de lo mismo; el equipo azulgrana quería poner cerco a la meta de Garrazaga pero su rival se defendía atacando. Situación que aprovechó Valery Fernández para lograr el tercer tanto que le daba tranquilidad a su equipo. Gündegang acortó distancias en el minuto 91. Gol que dio alas a un Barcelona animado constantemente por sus fieles. Mas el Girona no perdió el oremus, en absoluto; sino que esperó su oportunidad para sentenciar su victoria con un tanto del siempre oportuno Stuani. En suma: victoria del Girona en el Estadio Olímpico Lluís Company. Y por tanto sigue liderando la clasificación.