Es incomprensible que un equipo como el Madrid haya depositado toda su confianza en un delantero centro que no da pie con bola casi nunca. Joselu aporta voluntad, trata de distraer la atención de sus marcadores, pero jamás se le ocurre participar en el juego con desmarques hacia atrás a fin de enlazar con los centrocampistas. Es el nueve que desean los zagueros porque les permite permanecer en esa zona que tienen como rincón de seguridad.
De Josele se dice que es fuerte en el juego por elevación. Pero hasta ahora no ha dado prueba de ello. Sus defensores lo achacan a que tanto Vinicius como Rodrygo no centran casi nunca; sino que tratan de culminar las jugadas. En fin, que su disposición es clara... Mas con ella no basta para ser titular. Tampoco Fede Valverde estuvo a la altura debida. A los siete minutos se quedó solo ante Dimitrievski y le puso el balón en las manos. Fallo garrafal que le dio vida al Rayo para seguir defendiendo numantinamente. A propósito, el uruguayo no rinde en la medida que se espera de él.
Hasta ayer, el Madrid había vivido de los goles marcados por Jude Bellingham. Pero se sabía que esa buena racha no iba a ser interminable. En fin, que el equipo blanco empató cuando estaba obligado a sumar tres puntos. Y lo peor es que evidenció defectos que se van convirtiendo en crónicos. Uno de ellos es permitir que los rivales dominen durante muchos minutos. A pesar de que la debilidad defensiva de los merengues es palmaria. Es decir...
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