La victoria le ha sentado como un tiro a un tal Miquel Camps, que dice ser directivo del Barça, y por tanto no ha tenido el menor inconveniente en ladrarle a Vinicius. Sus aullidos son prueba palpable de esa cruz que los directivos azulgrana llevan a cuesta y que es conocida como envidia. La cual es considerada el peor pecado de los españoles. Lo que evidencia que el tal Miquel es español de pura cepa (!) Aunque no se exprese bien ni en esa lengua ni tampoco en su dialecto. El Fulano, tras mostrar su fobia al futbolista brasileño en un twitter, hizo alardes de valentía (?) al borrar el texto en un amén.
Por cierto, una gran jugada de Vinicius propició el gol de Rodrygo en el Estadio Municipal de Braga. Corría el minuto 16 y el tanto fue clave para amilanar aún más de lo que ya estaba al equipo portugués. En la segunda parte, en el minuto 61, otra intervención de Vinicius hizo posible que Bellingham marcara el segundo tanto con un disparo potente y colocado casi al borde del área grande. A propósito, el buen estado de forma del extremo brasileño aumenta la inquina que ya le tiene un sector de la prensa española. Aversión que aprovechan sus rivales para criticar negativamente al extremo merengue.
Del Madrid cabe decir que sigue mostrando flojedad defensiva. De ahí que encaje goles con facilidad. En el costado izquierdo tiene el Madrid un agujero. Fran García está pasando las de Caín en su demarcación. Debido a que por su lado se defiende poco, por no decir casi nada, y claro los equipos no dudan en atacar por ese costado. Sí, ya sé que hay quienes dicen que a mí me gusta mucho redoblar el tambor. Pero no es menos cierto que servidor no se inventa nada. Ancelotti está convencido de que Camavinga podría ser la solución si aceptara de buena gana jugar como lateral. Pero tampoco sería el remedio para una deficiencia que se ve a una legua. El Madrid, aunque lo nieguen Agamenón y su porquero, necesita enmendar esa anomalía cuanto antes.
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