Cuando el verano está a punto de llegar, y las noticias escasean, el periodismo convierte a Kylian Mbappé en lo más parecido a ese monstruo del lago Ness que otrora servía para mantener la atención de los lectores. Agosto era, sin duda alguna, el mes por excelencia para hablar familiarmente de Nessi, que así mencionan a la fiera que, según aseguraban, habitaba en las aguas dulces y profundas de un lago cerca de la ciudad de Inverness, en Escocia.
Cabe pensar, por tanto, que el jugador del París Saint Germain será noticia diaria hasta el punto de que su nombre será motivo de chanza e incluso de aversión. Lo malo es que también el Madrid será motejado por no evitar que se deje de hablar de un fichaje que tiene trazas de no llevarse a cabo. Sobre todo porque el futbolista da pruebas evidentes de encontrarse muy a gusto en el equipo parisino. Causa de la altanería con la que habla al respecto Nasser Al-Khelaifi, que así se llama el presidente del PSG.
Recuerdo haber dicho, hace un año, que Nasser Al-Khelaifi se está aprovechando de la ocasión que le está brindando un personaje como Florentino Pérez para enfrentarse a él con arrogancia y sin decaimiento de ánimo en una puja por el futbolista. Y no será porque la cantidad ofrecida por el equipo blanco no sea apetecible. Pues se ha llegado a decir que la última oferta fue de ciento ochenta millones de euros. Lo cual no deja de ser calderilla para los propietarios del PSG, dado que son más ricos que Creso.
En fin, yo no creo que el Madrid consiga fichar a Kylian Mbappé esta temporada. Y, si así fuera, mucho me temo que no le sería fácil ganarse la voluntad de los aficionados merengues. En vista de su falta de cooperación para ser traspasado. Y pobre de él si tarda en adaptarse a las exigencias del Bernabéu. Escenario mítico que ha hecho temblar a jugadores de calidad contrastada. O sea...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.