Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 26 de mayo de 2023

Nuestro fútbol se va deteriorando a paso de legionario

En el Libro de los Proverbios se dice que el que guarda su boca, guarda su alma, y Miguel de Cervantes, en el Persiles, añade que contra el callar no hay castigo. Es decir, que lo más conveniente -en según qué asuntos- es sellar los labios. No vaya a ser que alguien tome nota de lo dicho y te espere al volver la esquina para ajustarte las cuentas. De modo que si no quieres recibir maltrato has de ser licenciado en una prudencia que te haga decir: "A mandar que para eso estamos". Es lo que le están reclamando a Vinicius Junior. 

Por ejemplo, llevo ya horas oyendo los siguientes comentarios en relación con lo que  le sucedió al jugador del Madrid en el Estadio de Mestalla. He aquí algunos: "Ayer decidí no ver la televisión porque no podía aguantar que se le dedicara tanto tiempo a ese brasileño de mierda y provocador". Quien así se manifestaba lo hacía a voz en cuello para llamar la atención como 'antimadridista'. De este sujeto se puede decir, sin duda, que de haber estado en la grada de ese campo habría cometido el mismo delito que los allí presentes. 

Poco tiempo después, en un comercio local, se hablaba, cómo no, del mismo caso y alguien mostraba su ira contra el mejor extremo del mundo desde hace ya tiempo. Más que hablar berreaba de esta guisa: ¡La pena es que el defensa del Mallorca no lo hubiera calentado en el último enfrentamiento que tuvieron con el Madrid! El sujeto se refería a Pablo Maffeo. Lateral del equipo balear y que se empleó con una dureza extrema en aquel encuentro. Recordando actuaciones cuando militaba en el Gerona.

Carlo Ancelotti, tal vez de acuerdo con Florentino Pérez, ha decidido prescindir de Vinicius en el partido contra el Sevilla. Puesto que sabe perfectamente que en el Sánchez Pizjuán le esperaban para Ponerlo como chupa de dómine. O sea, para reprenderlo duramente. Es decir, Ponerle como un trapo. Desquiciarlo hasta el punto de que sus compañeros perdieran también los papeles y dieran, por tanto, todas las facilidades a su rival. 

Lo que está sucediendo con Vinicius, consentido por las autoridades deportivas hasta ahora, no se ha visto jamás en las competiciones del fútbol español. Verbigracia: A Diego Armando Maradona, que gesticulaba constantemente y hacía con su vida lo que le daba la gana, pocos eran los que se atrevían a perderle el respeto. Y qué decir de Lionel Messi: ¡Pobre del que osara molestarlo de palabra o de obra! Cierto es que los dos eran de piel blanca. 

En suma, yo no creo que el indeseable comportamiento de muchísimos aficionados del Valencia -en el campo de Mestalla- y el escándalo que ha suscitado a escala mundial, vaya a servir para que Vinicius sea respetado como persona. Por lo que estaríamos ante un caso flagrante de aversión contra un hombre de raza negra que juega al fútbol como los ángeles. Si es que los ángeles juegan a un deporte, considerado el rey de los deportes, que en España se va deteriorando a paso de legionario. 





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