Apuntes sobre el Madrid Al-Ahly

Mientras que el Madrid siga participando en el Mundial de Campeones de Clubes, y ganándolos, tengan la certeza de que ese torneo será devaluado por casi todos los plumillas de esta España en la que la envidia es el peor pecado. Amén de que para disputar ese torneo hay que ganar la Liga. El primer rival, en esta ocasión, fue el Al-Ahly; tenido por el club más laureado del mundo. Los jugadores egipcios afrontaron el partido con esa ilusión que todos los equipos albergan de derrotar al equipo merengue. La cual, además de un buen orden defensivo, fue clave para que el primer gol lo marcara Vinicius cuando la primera parte estaba a punto de concluir. 

En la segunda parte, Rodrygo, Valverde y Arribas sumaron tres tantos y el Al Ahly obtuvo el suyo de penalti. Pena máxima cometida por Camavinga. A propósito: hay una campaña contra este jugador. Al internacional francés, Campeón del Mundo con su Selección, lo cual no es moco de pavo, lo tienen en poca consideración tanto comentaristas como escribidores. Eduardo Camavinga ha repetido hasta la saciedad que no se siente cómodo como lateral. Lo que no ha dicho, por respeto a sus compañeros, es que jugar como defensa en el lado siniestro es, sin duda alguna, un martirio en su equipo. 

Me explico: por esa banda actúa Vinicius de manera explosiva y buscando continuamente desbordar en velocidad a sus marcadores. De modo que en bastantes ocasiones no participa en labores defensivas. Y, por si fuera poco, Kroos cuando se ladea a ese costado tampoco está ya para batirse el cobre defensivamente. Por consiguiente, actuar como lateral en ese costado es misión muy comprometida. Y, por si fuera poco, vengo observando que cuando Camavinga se suma al ataque nadie ocupa el espacio que deja. A Carlo Ancelotti le corresponde tomar las decisiones oportunas para que eso no ocurra. Por el bien del equipo y, cómo no, para que el jugador no acabe por agachar la cerviz y pierda la ilusión de pertenecer al Madrid.