El Madrid no lo tendrá fácil en el José Zorrilla

 El Campeonato del Mundo se hizo largo para muchas personas que son muy aficionadas al fútbol. Sí, aunque parezca mentira, eso ocurrió en España. Debido a que nuestra selección quedó eliminada en los primeros compases del torneo. Lo cual generó una decepción tan grande que aún flota en el ambiente. Menos mal que ya mismo empezará La Liga y los campos volverán a llenarse de un público ávido de ver ganar a los suyos. 

Es lo que viene ocurriendo en la Premier League. Demostración palpable de que los ingleses no se acuerdan ya de que su combinado quedó eliminado por el francés en los cuartos de final. Ayer, por ejemplo, pude comprobar que sus estadios estaban abarrotados. Y además reinaba en ellos la pasión controlada que ha de primar en tales espectáculos. Pues sin ella no tendría sentido declararse seguidor de un club.

Quien escribe es del Madrid desde que vestía pantalones cortos. Pero serlo nunca me ha impedido analizar sus partidos con la imparcialidad que debe primar en ese menester. Hasta el punto de que no pocos merengues -que suelen leer mis opiniones- me tachan de lo contrario. El Madrid está obligado a ganar en el Estadio José Zorrilla. Pero bien harían sus jugadores en valorar que enfrente tendrán un rival que ha jugado varios partidos amistosos y además se mostró muy fuerte -en la Copa del Rey- frente al Sestao en El Campo Municipal de Las Llanas. Cuyo césped no estaba para florituras. 

En suma, que bien haría el Madrid en no disputar los tres primeros puntos jugando a medio gas. Puesto que enfrente habrá, sin duda alguna, un conjunto aguerrido. Con disciplina espartana en los marcajes al hombre en jugadas. Un bloque que se repliega intensamente con las líneas muy juntas y que no da balón por perdido. Tampoco debe despreciar la labor que realiza Roque Mesa en el centro del campo. Eso sí, siempre que al canario le permitan libertad de movimientos. Ah, los centrales del Madrid me imagino que estarán preparados para soportar el trabajo de Weissman... Un incordio permanente como delantero.