Apuntes del Mundial

 El fútbol es el deporte rey. Verdad que no necesita demostración. Pero tampoco es menos cierto que lo mucho cansa. Y es lo que viene ocurriendo, a estas alturas, con el Mundial que se viene celebrando en Qatar. En el cual ya no se habla más que de Lionel Messi. Debido a que sus magníficas actuaciones sitúan a la selección Argentina como favorita indiscutible para hacerse con el título. Así que todos los ditirambos de la prensa van dirigidos hacia el futbolista que no rinde, como debiera, en el París Saint Germain. Club que le ha servido para ser más rico que Creso y, sobre todo, para afrontar el acontecimiento sudafricano en inmejorables condiciones físicas.

Durante su estancia en el Fútbol Club Barcelona, mentiríamos si no dijéramos que fue el jugador más protegido por los árbitros españoles. Sus marcadores, todos sin excepción, eran conscientes de que tenían que comportarse con una corrección rayana en la idiotez. De no ser así, se exponían a durar en el césped menos que un caramelo en la puerta de un colegio. La opinión de los periodistas era siempre la misma: "Es necesario defender a Messi de la brutalidad con que se emplean sus rivales". Semejante trato de favor influía en los colegiados. En la misma medida que está ocurriendo desde que empezó el Mundial.

La FIFA está recibiendo quejas continuas acerca de cómo los árbitros están amparando a Messi y además favoreciendo a la selección Argentina. Las últimas declaraciones al respecto las han hecho los jugadores croatas. Y las justifican así: "¿Cómo es posible que Messi haya sido elegido el jugador del partido cuando su compañero, Álvarez, marcó dos goles". Aunque los croatas reconocen que jugaron mal y no merecieron ganar. 

En fin, me van a permitir que cambie de tercio para destacar lo realizado hasta ahora por la selección de Marruecos. Lo que no entiendo es que haya opinantes que no le den valor al sistema con que se vienen empleando los futbolistas marroquíes. Como si ese menester fuera fácil. Quien escribe espera con verdadero interés el encuentro Francia-Marruecos. Los marroquíes, todo hay que decirlo, cuentan con Bono: portero sensacional y que les permite defenderse en bloque y contraatacar con eficacia.