Osasuna aprovechó las debilidades del Madrid

Arrasate Jagoba dirige a una plantilla modesta con recursos suficientes para jugar en el Bernabéu un partido que puso al Madrid entre las cuerdas. Además de defender con la habitual contundencia que caracteriza a los navarros, éstos no renunciaron nunca a contraatacar desde el comienzo del encuentro.  De ahí que Abde tuviera dos ocasiones claras de gol en menos que canta un gallo. Jugadas que causaron desconcierto en el equipo blanco. Cuyo centro del campo no daba pie con bola y la defensa evidenciaba inseguridad. Tal vez porque echaban de menos a Courtois.

Sea lo que fuere, en el Madrid sólo Vinicius daba muestras de peligro. Mientras que Rodrygo parecía estar en Babia y Benzema carente de la condición física adecuada para imponerse a sus marcadores. Aun así, es decir, con tan poco bagaje futbolístico, Vinicius Junior batió a Sergio Herrera en el minuto 41. Gol con el cual se llegó al descanso. La segunda parte fue más de lo mismo. Aunque Benzema pudo sentenciar el  encuentro en el minuto 77. Pero falló el penalti que le había hecho David García. El cual fue expulsado. 

Pues bien, ni con diez jugadores enfrente pudo el Madrid sumar los tres puntos. Lo que no deja de ser un tropiezo grave y que estimula aún más al Barcelona; seguidor implacable y que ya está compartiendo el primer puesto de la clasificación.. Y qué decir de la visita del Shakhtar el próximo miércoles. Equipo que nunca ha dado facilidades en el Bernabéu. En rigor, convendría decir cuanto antes que los problemas de Carlo Ancelotti son los siguientes: que su equipo está encajando más goles de los debidos y que no acaba de confiar en los centrocampistas. 

Tengo para mí que sus dudas son muchas a la hora de decidirse por un centro del campo que todos recitemos de memoria. ¿Motivos?... Creo que lo dijimos en su día: el técnico italiano sabe que los veteranos no están ya para muchos trotes y que los nuevos han de pasar por un proceso de maduración. Ah, antes de que se me olvide, jugando el sistema 4-3-3, -con dos extremos veloces y con centros desde los costados- es de vital importancia tener un delantero centro que remate todo lo que le llegue. Es el caso, por ejemplo, de Robert Lewandowski.