Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

jueves, 13 de octubre de 2022

Madrid-Barcelona

Jugadores, técnicos y directivos del Barcelona andan mustios tras empatar con el Inter. Dado que la continuidad del equipo en la UEFA Champions League les obliga a ganar los dos partidos que han de jugar y además invocar a todos los santos para que los interistas ganen los suyos. Harto difícil es que se obre ese milagro. Aunque en el fútbol suelen darse de higos a brevas. El Inter se adelantó en el marcador tras un fallo garrafal de Busquets en el centro del campo. Así que el mediocentro azulgrana no dio pie con bola mientras estuvo en el césped. 

Sergio Busquets, como tantas veces he dicho, cuenta con el apoyo incondicional de la prensa y por tanto nunca le achacan los errores que comete ni tampoco airean que lleva la tira de tiempo sin dar una a derechas en una zona que es de vital importancia en el fútbol: el centro del centro del césped. Su escaso rendimiento repercute negativamente en el juego de conjunto y sobre todo provoca inquietud y desconfianza en los centrales. De modo que unas veces Eric García y otras Gerard Piqué tienen que apechugar con la escasa ayuda que les presta el jugador sabadellense. 

El problema radica en que nadie quiere reconocer que las cualidades de Busquets no bastan para rendir en el fútbol actual. Hasta el punto de que no sería titular en un equipo de clase media y mucho menos de los que luchan para salvar la categoría. Apenas roba balones, no domina el juego aéreo, es lento y por tanto tiene alergia a las basculaciones. De modo que su misión consiste en jugar su rondo particular. Y cuando puede abre el juego a las bandas y nada más. En suma, el mediocentro azulgrana desaparece si su equipo es dominado. Suele quedarse en tierra de nadie. Mientras que a lo lejos se divisa la mirada iracunda de Piqué. Causada, tal vez,  por el hartazgo que le produce el comportamiento de su compañero.

Los jugadores del Barcelona se crecen cuando visitan el Bernabeu. Porque ganarle al Madrid es de vital importancia para ellos. Por consiguiente, tengo la certeza de que Busquets redoblará sus esfuerzos en un escenario que invita a dar el do de pecho. De modo que Ancelotti debería cuidar esa zona del campo. Con el fin de que sus componentes no enlacen con los extremos. Porque no conviene echar en saco roto el trabajo que llevan a cabo Pedri y Gavi. Dos interiores que no cesan de correr de principio a fin. 



 

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