El Bayern de Múnich fue superior al Barcelona

Barcelona y Bayern de Múnich ofrecieron veinte minutos de juego muy buenos. Y tuvieron espléndidas ocasiones para adelantarse en el marcador. Pero las desaprovecharon. La defensa del equipo azulgrana dio muestras evidentes de fragilidad. Sobre todo por el centro. Debido a que Christensen y Koundé se vieron, como casi siempre, huérfanos de ayuda por parte de Sergio Busquets. Y es que el mediocentro azulgrana volvió a dar muestras de inferioridad manifiesta cuando su equipo es dominado. Pero el nacido en Sabadell sigue gozando de la protección de casi todos los periodistas deportivos. 

El narrador del partido dijo lo siguiente cuando Araujo, por ejemplo, trataba de paliar en parte la escasa actividad de Busquets como escudo de la defensa: "Araujo no tiene el liderazgo de Piqué". Como si éste no hubiera sufrido en sus carnes las escasas intervenciones defensivas de Busi.Que así lo llaman sus compañeros y amigos. En fin, día llegará en que alguien se atreva a prescindir de un futbolista que se limita a hacer lo mínimo para pasar inadvertido. Y con ello logra la consideración de todos los opinantes del deporte rey. Los hay con suerte. Hasta el punto de que un comentarista se atrevió a compararlo con Kimmich. Centrocampista que es santo y seña del club muniqués. 

La primera parte acabó con empate a cero. Así que nadie esperaba que los alemanes resolvieran el encuentro nada más principiar la segunda. Pero en seis minutos llegaron los goles de Lucas Hernández y de Sané. A partir de ahí el equipo dirigido por Julian Nagelsmann jugó a sus anchas. A pesar de que el Barcelona cuando domina la situación lo hace por las bandas y con centros medidos para que Lewandowski los remates todos. También apelan sus jugadores a enviar pases elevados por el centro. Forma de proceder de la que, hasta hace nada, Xavi Hernández era enemigo acérrimo. 

En fin, el entrenador del Barcelona se ha olvidado ya de lo mucho que ha aireado que prefiere perder cuando juega mal. Ahora bien, la derrota del Barcelona en la Champions League es una mancha que se quita ganando el domingo en el Bernabéu. Victoria que, de conseguirla, es el mejor remedio para cualesquiera de los males que aquejen al equipo culé. Así ha sido siempre.  De modo que bien haría el Madrid en no dormirse en los laureles.