El caso de los ERE

Los socialistas, intrínsecamente, son personas que no quieren ser ricas, es que no les interesa ser ricas.Tienen otra idea de la vida. La cita es de Alfonso Guerra y fue publicada en la década de los noventa,  Ya se había destapado el caso de los ERE en Andalucía. El cual fue un escándalo mayúsculo. En aquellos entonces, José María Benegas, conocido popularmente como 'Txiki Benegas', apostilló: "La búsqueda del lucro personal es incompatible con la forma socialista de entender la política". Y Manuel Alcántara, gran periodista y enorme articulista, se expresó así: "Si no fuera porque de vez en cuando se alza la voz de Nicolás Redondo, muchos socialistas acabarían creyendo que de verdad lo son". 

La Justicia es lenta. Y cuando ello sucede deja de ser justa. Pero cabe decir que en casos así, y por razones más que conocidas, la tardanza en afrontar los hechos es habitual. El asunto de los ERE parecía ya destinado a ser inquilino en el baúl de los recuerdos. Pero nadie contaba con el bajonazo en las urnas que iba a sufrir el PSOE en una tierra donde se sentía ganador de por vida. Y, claro es, sin prisas pero sin pausas los populares fueron bisbiseando entre bastidores lo que ellos creían conveniente en relación con una causa cuya sentencia les favorecerá políticamente a corto plazo.

No conviene echar en saco roto que las elecciones generales están a la vuelta de la esquina. Y que el Partido Popular sabe que Juanma Moreno tiene tirón suficiente para que los habitantes de la mayor región de España premien con sus votos a Alberto Núñez Feijóo. Por consiguiente, no sería extraño que Pedro Sánchez dedique a partir de ahora especial atención a cuanto le aconsejen los socialistas andaluces. Con el fin de ir ganando parte del terreno que han perdido en un abrir y cerrar de ojos. De no hacerlo, mucho me temo que su presidencia esté tocando a su fin.