Verratti es un jugador vital en el centro del campo

Kylian Mbappé lleva la tira de tiempo siendo portada de todos los medios de comunicación por ser una figura indiscutible del fútbol mundial. Y también porque aseguran su fichaje por el Madrid. Por si fuera poco, el sorteo de los Octavos de Final de la Champions League emparejó al París Saint-Germain con el equipo blanco. Pues bien, si a todo ello le sumamos ahora la noticia acerca de que Mbappé ha sufrido un golpe en un pie que podría impedirle jugar en el Bernabéu, mucho me temo que a partir de ahora nada más que se hablará de cómo evoluciona la hinchazón del susodicho pie. 

Si se produjera la baja del futbolista francés, seguramente el planteamiento de Carlo Ancelotti sería distinto. Aunque el italiano nunca lo reconocería... Se limitaría a decir esa frase tan manida: "Yo siempre quiero que los mejores jueguen contra nosotros". Mucho se habla de Mabppé y casi nada de Lionel Messi. Da la impresión de que la estrella argentina ha perdido gran parte del enorme interés que suscitaba vistiendo la camiseta azulgrana. Pero conviene recordar lo bien que se siente Messi en el Bernabéu. 

Dicen que el conjunto parisino defiende mal cuando juegan sus dos estrellas; es decir, Mabppé y Messi. Debido a que ambos corren poco hacia atrás. Pero no es menos cierto que son capaces de aprovechar cualquier desliz de sus rivales para castigarlos. Ya lo vimos en el primer encuentro de esta eliminatoria. En el cual un despiste de Carvajal, cuando el partido estaba dando las boqueadas, lo aprovechó Kylian para batir a Courtois. 

La defensa del Madrid es muy fuerte por el centro. Sus centrales defienden muy bien hacia adelante. Riesgo que corren por confiar ciegamente en la velocidad que atesoran. Pero las estrellas del equipo parisino atacan desde atrás. Se mueven lejos de los zagueros. Y es ahí donde el Madrid debe actuar como bloque. Con las líneas juntas y atentos a las ayudas, basculaciones, apoyos y vigilancias. Procurando eludir el atosigamiento de su adversario. Adelantando líneas cuando corresponda y los repliegues intensos cuando los exija el encuentro. Y, desde luego, es imprescindible cortar de raíz el juego de Marco Verratti: Futbolista vital en el centro del centro del campo