El Madrid salió dispuesto a resolver el partido por la vía rápida para asegurarse el título cuanto antes y durante los primeros minutos poseyó el balón ante un Mallorca replegado y combativo. No se arredraron los jugadores bermellones y hasta tuvieron las mismas ocasiones de gol que sus rivales. A pesar de que la única referencia en ataque era Muniqi. Quien fue un incordio permanente para los zagueros blancos. Ambos equipos mantuvieron un ritmo alto y el encuentro entró en una fase emocionante. Fue entonces cuando Vinicius y Benzema pusieron de manifiesto que forman un dúo mágico. La velocidad del brasileño descompone a sus marcadores y éstos optan por amedrentarlo con entradas alevosas.
La segunda parte fue más de lo mismo. Pero llegó el fallo de Baba y Valverde lo aprovechó para pasarle el balón a Benzema y éste le puso en bandeja el gol (54') a Vinicius. El segundo lo obtuvo Benzema (75') de penalti. Por derribo a Vinicius cuando circulaba por el área del equipo mallorquín. Y el tercero, en pleno dominio del Madrid, lo marcó Benzema (77') tras rematar con la cabeza un centro medido de Marcelo. Con tres goles, y jugando como mandan los cánones, llegaron las lesiones de Rodrygo, Mendy y Benzema. Y es que, desgraciadamente, la felicidad absoluta no existe casi nunca.
Rodrygo y Mendy tienen recambios fiables, sin duda alguna. Pero sustituir a Benzema, si no se recupera de la lesión muscular, es muy difícil. Pues no deja de ser uno de los mejores jugadores del mundo. Carlo Ancelotti, a pesar de que tiene la Liga casi ganada, por no decir ganada, estará dándole vueltas al magín acerca de cómo sustituir a Benzema. Si acaso éste no se recupera. En fin, que el Madrid ganó en el Estadio de Son Moix y aseguró aún más el liderazgo. Pero las lesiones fueron su calvario. Sobre todo la del delantero francés: el cual forma con Vinicius un dúo mágico.
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