La corrupción política es -conviene recordarlo- el mal uso gubernamental del poder para conseguir una ventaja ilegítima generalmente secreta y privada. Informaciones, privilegios, tráfico de influencias, sobornos, extorsiones, malversación, caciquismo, nepotismo... Los "intereses personales" son perniciosos e injustos en política. Por muy sucia que se imagine uno la política, siempre lo es mucho más. Frase de Antonio Gala que tomo prestada.
En el Partido Popular, debido a un caso de posible nepotismo, ha estallado una guerra interna que se ha llevado por delante a su presidente. Por el mero hecho de haber difundido lo que no debía acerca del hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Es decir, que en los partidos sólo se permite denunciar a los adversarios pero nunca a los compañeros. Y mucho menos si semejante atrevimiento es para poner entre las cuerdas a una mujer cuyas aspiraciones políticas se consideran excesivas.
La dimisión de Pablo Casado se ha producido porque creyó a pie juntillas lo que le dijeron sobre la compra de mascarillas para la Comunidad de Madrid cuando el virus mataba sin piedad. ¿Cómo es posible que alguien que aspiraba a ser presidente del Gobierno de España cayera en el anzuelo?... Evidenciando, claro es, una ingenuidad morrocotuda. Ahora bien, nada extraña si ha estado sometido a las consejos de su valido murciano.
A mí, la verdad sea dicha, me desagrada ver que alguien -en cualquier faceta de la vida- se desliza, en un amén, por la ladera conducente a la sima. En la cual habitan los demonios que gozan con el mal ajeno. De hecho, mi escrito es para desearle a Pablo Casado mucha suerte en cualquier acción que emprenda. Pues todo el mundo tiene derecho a equivocarse. Y no siempre lo paga tan caro. O sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.