Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 10 de diciembre de 2021

Madrid-Atlético

Derbi que siempre suscita enorme interés y del que predecir un ganador es exponerse a errar. Por más que el historial entre ambos equipos sea muy favorable al Real Madrid. Los blancos ganaron en 502 ocasiones y los rojiblanco en 369. El empate se produjo 68 veces. Conviene recordar que el Atlético de Madrid es el Campeón de La Liga 2020-2021. Y que hace ya mucho tiempo que nadie lo moteja con el sobrenombre de El Pupas. Apodo que se ganó por cómo se produjo su derrota ante el Bayern de Münich en la final de la Copa de Europa en 1974.  

El  Atlético es un conjunto rocoso que juega con las líneas muy juntas y en el cual la disciplina en los marcajes es primordial desde que es dirigido por Diego Simeone. Aunque la calidad en ataque, debida a los fichajes de magníficos futbolistas, ha mejorado notablemente. Si bien han aumentado los deslices defensivos. Achacados, casi siempre, a los fallos de sus centrales en el juego aéreo. Y, quién lo diría, a los despistes de Jan Oblak. Tenido, hasta hace nada, como uno de los mejores guardametas del mundo.   

El Madrid, en cambio, camina con paso firme en La Liga Santander. Y lo hace jugando con un sistema de los considerados simples. Y no sé por qué... Cuando esa distribución de los futbolistas en el césped, si es bien interpretada, resulta de mucho provecho. Y me explico: la rigidez que se le achaca al 1-4-3-3, tan previsible para los contrarios, no se produce en el actual líder de la Competición. Y es así porque hasta ahora el rigor táctico ha existido en la misma medida que el orden en las líneas y la gran compenetración de sus jugadores para no crear deficiencias tácticas. Salvo errores esporádicos.  

Los centrales merengues no dudan en jugar en línea a fin de que se produzca con cierta frecuencia el fuera de juego de los atacantes. La defensa, en cuanto el balón está en poder de los centrocampistas, tarda nada y menos en unirse a ellos. Los componentes del mediocampo adoptan la forma de triángulo: Casemiro en el centro y Kroos y Modric por los costados. Tanto el alemán como el croata se convierten en delanteros y no dudan en disparar desde la media distancia. Y  asimismo son los encargados de enviar balones a los espacios libres para aprovechar la velocidad de Vinicius y Rodrigo. Los extremos brasileños, además de sus regates diabólicos y rapidez vertiginosa, defienden en cuanto el equipo pierde la pelota. 

El Madrid quizá eche de menos la baja de Benzema. Pues el 1-4-3-3 necesita que el delantero centro se convierta en falso nueve para ayudar a los tres centrocampistas cuando el contrario acumula más jugadores en esa zona vital del césped. Y para generar dudas en los centrales. Labor que no es compatible con las características de Luka Jovíc. Más dado a fajarse con sus marcadores. En fin, derbi entre dos grandes equipos. Por lo tanto está asegurada la emoción a raudales.  



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