Vinícius Júnior
Sobre el éxito y el fracaso hay muchas frases recogidas en libros que deberían ser leídas por quienes viven del público. Se han "arruinado" más personas y carreras por el éxito que por el fracaso. De ahí que alguien dijera que el éxito es la más peligrosa de las drogas. También es verdad que no puedes tener éxito sin fallos. Y si no que se lo digan Vinícius Júnior. Quien, durante no poco tiempo, ha pasado el quirinal por sus desaciertos a la hora de acabar las jugadas. Ahora bien, en momentos donde los halagos le llueven al joven brasileño por doquier, alguien debería susurrarle al oído, cada dos por tres: "No olvides que el éxito es como el wisky; la primera copa tonifica, la segunda excita, la tercera trastorna y la cuarta tumba. Así que no te duermas en los laureles".
Busquets y Casemiro
Me llama un amigo para decirme que, desde que vengo escribiendo sobre el bajo rendimiento de Busquets y Casemiro, él mira con lupa las intervenciones de ambos. Y me expone los motivos por los cuales no está de acuerdo conmigo. Pareceres muy respetables y que han ido perdiendo actualidad con el paso del tiempo. Y así se lo explico: en esa demarcación son ya prescindibles futbolistas como Sergio Busquets y Carlos Casemiro. Los dos carecen de agilidad suficiente para desenvolverse a pleno rendimiento en esa zona ancha del campo donde se cuecen victorias y derrotas. El primero, además, ni tira a gol desde la media distancia, ni ataca, ni defiende y tampoco es fuerte en el juego aéreo. El segundo, amén de haber ido a menos físicamente, tampoco se distingue por sus basculaciones, coberturas y ayudas. Y, por si fuera poco, su imprecisión en los pases es notoria. Y asimismo ocupa muy poco campo. Los mediocentros actuales están hechos de otra pasta.
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