La suerte de Sergio Busquets

Es el futbolista más protegido por la prensa deportiva. Y quien escriba acerca de él, si no es para halagarlo, ya sabe que le lloverán las críticas acerbas. Busquets es consciente de que goza del amparo de la mayoría de los opinantes. Los cuales forman una claque dispuesta a colmarlo de ditirambos, aunque no tengan motivos para hacerlo porque sus carencias, con el paso de los años, han ido a más y se ven a una legua de distancia.  

Sergio Busquets es una persona con suerte; sobre todo al estar arropado por quienes adoctrinan al personal. Así que sale al terreno de juego convencido de que haga lo que haga siempre estará respaldado por muchísimos seguidores que hablan y no acaban de sus innumerables cualidades. Si se le presta atención a los movimientos en el césped del mediocentro de la Selección y del Fútbol Club Barcelona, lo primero que se descubre es la facilidad que tiene para pasar inadvertido cuando sus rivales contraatacan. Y lo hace con una habilidad pasmosa: dejándose rebasar siempre por el balón y quedándose a la espera en una zona de confort.

Semejante actitud, es decir, la de no defender como debe hacerlo un escudo de la defensa, la soportan  los centrales del Barcelona: Sobre todo Gerard Piqué. Y, sin embargo, hay gacetilleros que lo cuentan al revés; o sea, que los defensas son los culpables de los goles que encaja el equipo, siendo Piqué el peor por estar ya, según ellos, lento y sin recursos. Conviene decir también que los últimos entrenadores azulgrana fueron despedidos tras haber prescindido de Busquets en algunos partidos y haberlo sustituido en otros tantos. 

Las cualidades de Busquets son harta conocidas. Pases a un toque en espacios cortos y situación en una zona donde se aprovecha de los balones rechazados. Luce lo justo cuando su equipo se adueña de la pelota. Ahora bien, carece de gol. No es bueno en el juego aéreo. Ni se prodiga en el tiro desde la media distancia. Y, por si fuera poco, no es capaz de correr hacia atrás cuando los rivales contraatacan. Por más que Piqué le llame la atención a voz en cuello.