Se había dicho hasta la saciedad que España era mejor equipo como conjunto; realidad incuestionable que fue aceptada por propios y extraños. Pero que enfrente tendría a un combinado francés con tres estrellas capaces de resolver el partido en un santiamén. Es decir, en dos o tres acciones imposibles de evitar. Y así sucedió. A pesar de que nuestra selección jugó mejor que sus rivales y además se adelantó en el marcador por medio de Oyarzabal cuando se llevaban jugado sesenta minutos.
Francia jugó con 1-5-3-2. Frente al 1-4-3-3 de España. Aunque hubo una variante durante gran parte del encuentro: Greezmann marcaba a Busquets a la hora de defender. Posición que lo situaba en ataque por detrás de Benzema. Aun así, el centro del campo francés no funcionaba y por tanto Mbappé no entraba en juego y Benzema bullía muchísimo como llanero solitario. La situación hizo que nuestra selección fuera a más mientras que la francesa iba a menos. Debido a que acusó la lesión de Varane.
Me explicó: Oyarzabal -futbolista sensacional- se alejaba del marcaje de Varane convencido de que éste no saldría de su zona y le permitiría llegar con el balón controlado desde atrás. Pero el exjugador del Madrid afrontó el reto de perseguir al guipuzcoano a mucha distancia de su zona de seguridad. Y a fe que lo hizo muy bien. Hasta el punto de que su baja -por lesión- la acusó muchísimo Francia. Cundió la inseguridad en sus líneas. Puesto que decidieron mirar más hacia atrás que hacia adelante.
En la segunda parte, tras un remate de Theo al palo, llegó la contra que le permitió a Oyarzabal adelantar a España en el marcador. Corría el minuto 63 y todo parecía ponerse de cara para los hombres dirigidos por Luis Enrique. ¡Pero que si quiere arroz, Catalina! Dos minutos después, Benzema obtenía el empate en jugada con Mbapeé. Y éste, en plena euforia francesa, marcaba el segundo tanto. Gol muy discutido por por posible fuera de juego y que le dio la victoria a los Blues.
Como se esperaba, España dio la talla como conjunto que se defiende con la posesión del balón y que usa el contraataque como acción letal. Aunque tampoco se descartaba que sus cualidades no pudieran imponerse a las individualidades de su rival. Sucedió lo segundo. A pesar de que Pogba no estuvo a la altura de Mabppé y mucho menos de Benzema. El jugador del Madrid fue el mejor de los suyos y del partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.