Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

sábado, 2 de octubre de 2021

Canallada

Un partido político es una organización capaz de movilizarse contra uno de los suyos cuando percibe que éste pretende acceder a la presidencia que ostenta quien tiene más clientelismo. El diccionario de María Moliner lo define así: Práctica social y política en la que las personas u organizaciones poderosas recompensan a sus partidarios brindándoles protección y determinados favores. Por consiguiente, como diría Felipe González, cabe repetir una vez más eso de que "por muy sucia que se imagine uno la política, siempre lo es mucho más". 

Javier Guerrero es un médico que lleva muchos años gozando de popularidad en su tierra. Sus conocimientos profesionales van acompañados de un carácter jovial que agrada a cuantas personas tienen la ocasión de tratarlo. En cualquier conversación relacionada con él, lo primero que sale a relucir es su llaneza y, desde luego, la bondad que le permite pararse en la calle con quienes lo aborden para contarle sus dolencias. Me imagino que el señor Guerrero tendrá sus defectos de humano, como cada uno... Aunque yo los desconozco. Tal vez porque, a pesar de que llevo tres décadas en Ceuta, he hablado muy poco con él. 

Ahora bien, a mí me sorprendió muchísimo cuando decidió participar en la política activa. Incluso dije para mí: ¿Qué necesidad tiene este hombre de vivir rodeado de impostores?...  Y vaticiné entre personas prudentes que Javier Guerrero duraría nada y menos en el Gobierno presidido por Juan Vivas. Por razones que conoce quien escribe. Cuando la pandemia le achacaron un problema acerca de las mascarillas y también sobre su vacunación. Y tuvo que darse el piro. Pero siguió soñando con ser algún día presidente del Partido Popular y por tanto candidato a la alcaldía. 

Pero Javier Guerrero cometió el error de airear sus pretensiones. Sin caer en la cuenta de que a partir de ese momento sería ya persona poco agradable para el amo y las amas del cotarro. Lo que nadie esperaba es que semejante situación fuera aprovechada por un sujeto -o sujeta- para difamarlo. Ojalá, por el bien del Partido Popular, que la Policía descubra a quien ha cometido semejante canallada.   


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.