Ancelotti debe aprovechar la velocidad de sus jugadores

Yo recuerdo que una de mis mejores temporadas como entrenador, allá por la década de los setenta, fue por tener en el equipo a varios jugadores que parecían galgos. Cierto es que no todos eran capaces de aunar la velocidad con la de acabar las jugadas con la precisión que éstas demandaban. Aunque fueron mejorando con la práctica diaria. La velocidad en el fútbol fue siempre primordial. De ahí que éste no haya dejado de evolucionar desde entonces en ese aspecto.

En el fútbol actuar se tiene menos tiempo para pensar porque se ha convertido en un deporte donde predomina la rapidez en las acciones. De ahí que para jugar en la máxima categoría hay que ser veloz, ligero, pronto... Luego están las estrellas: que son de "pies ligeros" como Aquiles y capaces de ejecutar a tamaña velocidad.  Verbigracia: Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y Mbappé. Aunque seguramente habrá jugadores que, por hache o por be, se hayan quedado en mitad de camino. 

El Real Madrid tiene en su plantilla varios futbolistas que son grandes velocistas. Por ejemplo: Militâo, Alaba y Mendy gozan de esa cualidad imprescindible para unos defensas que han de enfrentarse a delanteros hábiles, rápidos  y escurridizos. Máxime cuando su equipo tiene vocación atacante por tradición y necesidad. Ancelotti debe acertar cuanto antes con la misión que mejor le vaya a las aptitudes de Camavinga. Cuya velocidad está pidiendo a gritos que sea aprovechada.  

Misión concreta para el joven jugador podría ser la de media punta; teniendo como referencia al mediocentro rival a fin de estar cerca de la portería adversaria y, cada balón robado, sería una ocasión de gol. Amén de que la velocidad de Camavinga, y su forma de entender el fútbol, sería de mucho beneficio para Benzema, Vinicius y Rodrygo.  

En rigor, pocos equipos pueden presumir actualmente de tener en la plantilla a cinco o seis jugadores muy veloces y que todos ellos puedan ser titulares. Creo que, además de ganar partidos, a Carlo Ancelotti le corresponde, debido a su categoría como técnico, buscar lo mejor para el futuro del Madrid. Y ello se consigue tomando decisiones que no son descabelladas. ¡Ni mucho menos!