España pega un patinazo en Suecia

Se llevaban cuatro minutos jugados cuando el gol de Carlos Soler parecía que la victoria de España iba a ser más fácil de lo que se preveía. Pero que si quiere arroz, Catalina. Fue sacar de centro los suecos, fallar Busquets, y apareció Isak para empatar el partido en un contraataque magnífico. Aprovecho la ocasión para decir, una vez más, que mantener a Sergio Busquets como mediocentro defensivo sigue siendo más que capricho herejía futbolística. El jugador azulgrana no está en condiciones de liderar el centro del campo del combinado español. 

Los suecos empezaron mal porque Ferran Martínez y Carlos Soler se aprovecharon de las debilidades de la defensa de los nórdicos por el costado izquierdo. Debido a que ni Forsberg ni Augustinsson daban una a derechas. Me imagino que la actuación del lateral, fichado por el Sevilla, habrá dejado cariacontecidos a los aficionados del equipo hispalense. Aunque nadie está exento de jugar un partido tan rematadamente mal como lo hizo el ya mencionado Augustinsson. 

Janne Andersson, seleccionador sueco, situó a su equipo en el césped con el clásico 4-4-2. Defendiendo con ocho futbolistas y dejando por delante a dos delanteros que pudieron casi siempre con sus marcadores: Tanto Isak como Kulusevski fueron un tormento para Eric García y Laporte. Nunca pudieron nuestros zagueros con ellos. Y si le añadimos la flojedad de nuestro centro del campo, tanto en ataque como en defensa, no cabe la menor duda de que la cosa pudo ser peor. 

El gol de Claesson en el minuto 57 fue justo premio al juego de la selección sueca. En todo momento superior a la  dirigida por Luis Enrique. El cual nos seguirá diciendo que la posesión del balón está por encima de todo... Incluso si en ese todo se producen derrotas como la sufrida hoy en el estadio Friends Arena de Suecia. En fin, mal nuestra selección y lo peor es que el seleccionador está convencido de que se puede dominar la zona vital del centro del campo bajo la batuta de Sergio Busquets. Lo cual es un auténtico disparate futbolístico. Patinazo, pues, de la selección española