Alguien debe caer en la cuenta de que las estrellas necesitan de alguien que sepa recuperar balones y repartirlos adecuadamente. Frase pronunciada por Claude Makélélé -cuya carrera futbolística es harta conocida- y que ha pasado a la posteridad. Me viene a la memoria la sentencia del ex jugador francés, una vez más, al leer lo que ha dicho Guardiola ayer, o anteayer: "Yo amo a Verratti". Y se deshizo en elogios al ser preguntado por el centrocampista del PSG. Y Pep remató la faena diciendo que el italiano es un jugador excepcional.
No cabe la menor duda de que el fútbol, por mucho que haya evolucionado, nunca podrá prescindir de jugadores del corte de Makélélé, verbigracia: Verratti, Johsua Kimmich, Kanté, Kamavinga... Futbolistas que no destacan por ser corpulentos. Pero que tienen cualidades indispensables para ocupar cualquier demarcación en el centro del campo y sobre todo la de mediocentro.
Todos son veloces. Tienen agudizado el sentido de la anticipación. Gozan de una resistencia aérobica extraordinaria. De modo que disfrutan corriendo. Y, dado que conocen sus virtudes y defectos, pocas veces tratan de meterse en camisa de once varas. Son solidarios, aguerridos, luchadores... Por lo que no sería menoscabo alguno definirlos como gregarios imprescindibles.
Pues bien, a pesar de todo lo reseñado, Luis Enrique ha vuelto a seleccionar a Sergio Busquets para que sea éste, una vez más, el escudo de la defensa de la selección. Demarcación que le sienta al jugador azulgrana como un sombrero de ala ancha a un chino. Y uno sigue preguntándose: ¿No hay en España otro mediocentro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.