Ancelotti no da en la tecla

El Sheriff dio la campanada en el Bernabéu. Y desde ayer por la noche sólo se habla y se escribe de la colosal actuación que tuvo Giorgios Athanasiadis: portero del equipo moldavo. Cierto es que el guardameta griego parecía protegido por la diosa Tique. Pero sus muchísimos aciertos no deben ser la capa que tape los errores cometidos por el equipo blanco. Sorprendido casi siempre por lo contragolpes de un rival que acabó marcando dos goles: Yakhshiboev (25') y Thill (89'). Y pudieron ser más...

El Sheriff, dirigido por Yuriy Vernydub, se defendió con orden y supo además aprovecharse de las debilidades defensivas de su adversario. Sobre todo por el lado izquierdo. Costado por el cual Miguel Gutiérrez comete errores de bulto. Tampoco Valverde ofrece mucha garantía como lateral diestro. Y si a ello le sumamos lo poco que aporta Casemiro, como escudo de la defensa, no debería causar extrañeza que Courtois se sienta desprotegido y acuse los nervios correspondientes a esa situación. 

Los laterales merengues, por si fuera poco, tampoco atacan como mandan los cánones. Nacho, por ejemplo, se limita a estar aseado y punto. Lo cual no es suficiente bagaje para jugar en un equipo tan grande. Ancelotti debería darse cuenta de que su equipo pierde el centro del campo, durante muchos minutos, debido a que los entrenadores aleccionan a un jugador para que se aleje de Casemiro en ataque a fin de eludir su marcaje. Pero asimismo ordenan marcar al brasileño cuando éste se atreve a recibir el esférico cerca de Courtois. Por lo que suman un delantero más.

El centro del campo del Madrid es un problema que Ancelotti debe resolver cuanto antes. Y bien haría en aprovechar las cualidades de Camavinga mediante misiones concretas y no dejándole que juegue a su libre albedrío. Y qué decir de Eden Hazard...: ¿Cómo es posible que el Madrid se permita el lujo de esperar a que el belga reverdezca sus lauros? De momento, el único delantero fiable sigue siendo Benzema; el cual a veces cuenta con la colaboración de Vinicius. La pena es que el brasileño continúa chutando a puerta sin mirar el balón. Y nadie dice ni pío. Ah, el gol del Madrid (de penalti) lo marcó Benzema.