Los españoles son resignados y pacientes

Me pregunta un lector si la palabra España tiene origen taurino. Y le prometo acceder a mis apuntes donde creo que hay algo de lo leído al respecto. Tardo más de lo debido en encontrarlo porque, todo hay que decirlo, no soy muy ordenado. En fin, iré al grano...

El hecho de que la superficie de España recuerda la piel del toro puesta a secar y que se denomina fiesta nacional a las corridas de toros, hace pensar si la palabra España tiene origen taurino. Mal pensado. Pues Bochart, especialista en raíces y etimologías, afirma que el significado de "España es país de conejos, ya que ésa, y no otra, es la acepción de la raíz span. El que los romanos representaran a España en figura de matrona con un conejo al lado confirma esa tesis.

¿Qué es el conejo? Un simpático mamífero cuyas exigencias estomacales no son excesivas, ya que se contenta con roer todo lo que puede cuando las cosas van mal dadas, acostumbra a vivir en madrigueras, y resulta fácil domesticarlo. Su carne y su piel son de estimable utilidad. No para él, naturalmente, sino para quienes la explotan.

Estos dos símbolos zoológicos, unidos al concepto "España" -el toro, en su aspecto exterior geográfico, el conejo en la raíz span-, permiten bosquejar una anticipada conclusión psicológica: Los españoles son resignados y pacientes, no exigen suculentas viandas para comer ni lujosos palacios para vivir, igual que los conejos. Pero cuando son explotados, engañados o invadidos se les hinchan las narices y reaccionan con la fiereza, energía y ferocidad de un toro con los años precisos.