Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

sábado, 31 de julio de 2021

Agosto

Comienza agosto. Y la falta de actividad política le impedirá a los periodistas gozar de temas suficientes para rellenar el periódico. Lejos quedan los días agosteños en que los escribidores recurrían al Monstruo del lago Ness y nos contaban su historia de mil maneras distintas. Salpicada con alguna noticia inventada. Verbigracia: La llegada a España de la bellísima Ava Gadner para reunirse con Luis Miguel Dominguín. Cierto es que el virus es todavía tan peligroso como para sentirnos acechados por un monstruo de verdad y no de leyenda urbana.

En Ceuta, las Fiestas Patronales se echarán de menos otra vez. No correrá ni el vino ni la alegría en los bajos del Paseo de la Marina. El calor se hará presente y las calles quedarán desiertas. De vez en cuando la niebla nos visitará como es tradicional. Y diremos que el verano está tocando a su fin. No faltará quien diga, en cualquier momento, agosto, frío en rostro. Porque en este mes el rigor del verano empieza a ceder. O bien aquel otro: agosto y septiembre no duran siempre. Porque son dos meses de abundancia.

Muchos regresarán de sus vacaciones peninsulares dando muestras visibles de que no lo hacen de buen grado. Incluso no dudarán en decirnos que se sienten tocados de un ala. Eso sí, no hasta el extremo de tener que ir al psicólogo. Agua de agosto, azafrán, miel y mosto. Si llueve durante este mes es beneficioso para estos tres productos. En suma, que entonces nos damos cuenta de que el verano es breve. Y que todo lo bueno se acaba muy pronto. 

Agosto empieza a caminar. Y ojalá lo haga con el pie derecho. Para permitirnos, al menos, recuperarnos en parte de tantas desgracias como las que hemos vivido durante tantos meses. Que han sido muchas y muy dolorosas. Así que aprovechen las vacaciones. Y sean felices.  




 


viernes, 30 de julio de 2021

Perros y gatos abandonados

Decía don Camilo José Cela, y decía bien, que está demostrado por la experiencia que los perros eligen a sus amigos con cierto buen criterio. El perro es especie comensal del hombre (como el gato es huésped distante) y, como tal especie, hubiera desaparecido hace ya tiempo de haberle fallado ese sentimiento de la amistad; si el perro no llega a saber elegir su arrimo con sabiduría, a estas alturas, probablemente, se hubiera convertido ya en un vago recuerdo histórico. 

Los perros menean la cola en señal de paz y lamen la mano, en muestra de acatamiento y respeto, hecho que nos invita a darles un par de palmadas en el pecho para demostrarle que compartimos su gozo. Yo nunca he olvidado a Oasis: Nombre del perro labrador que alegró nuestra casa hasta el fin de sus días. Era nuestro amigo: Amigo de verdad. De los que no dan puñaladas. Todavía hablamos de él como si estuviera entre nosotros. Cuando lo suyo nos prometimos no tener más animales de compañía. 

Pero, desde hace unos meses, habita con nosotros una gata de la que hablé en su momento y que nos está demostrando que ella no es una  huésped distante. Y, claro, su forma de proceder nos ha colmado de satisfacción. Es una bella durmiente, sin duda alguna; si bien tiene tiempo suficiente para jugar y provocarnos esas risas que a veces nos permiten olvidar nuestros pesares. 

A veces la miro y pienso qué sería de ella si este verano decidiéramos abandonarla en la calle para irnos de vacaciones. Acción deplorable que se ha convertido ya en algo habitual desde hace la tira de tiempo. Hasta el punto de que por las calles vagan ya perros y gatos buscando a sus dueños. Lo hacen con la mirada perdida y enloquecidos por la soledad. Una vez más, en llegando estas fechas, creo oportuno recordar tan deplorable comportamiento. 


jueves, 29 de julio de 2021

El obligado arte de la seducción pública

Decía Emilio Romero que los primeros pasos de la restauración democrática se hicieron con tres guapos y seductores, y tres inteligentes y poco afortunados en sus figuras físicas. Los guapos y seductores fueron el Rey, Adolfo Suárez y Felipe González. Los otros -los menos atractivos- fueron Torcuato Fernández Miranda, Manuel Fraga y Santiago Carrillo. Los resultados estuvieron a la vista. El gran inspirador de la restauración fue el Rey, y todos le ayudaron. 

Adolfo Suárez y Felipe González fueron los políticos representativos del poder y de la oposición. Y el destino de los otros fue el siguiente: Fernández Miranda pasó al ostracismo interior al poco tiempo; Manuel Fraga no obtuvo más que quince diputados; y Santiago Carrillo, que fue el gran activista contra el régimen del general Franco, y que soñaba con un vigoroso partido comunista como en Italia, no alcanzó otra cosa que veinte diputados.

Emilio Romero se preguntaba: ¿Sabían algo del Estado Adolfo Suárez y Felipe González? Muy poco. Adolfo se había movido en el viejo régimen, cercano al poder y sirviendo a algunos personajes poderosos. Carecía de curiosidad intelectual, literaria, histórica, sociológica... Su horizonte era siempre el poder como ambición. Felipe González era un abogado laboralista con escaso ejercicio. Adolfo y Felipe, sin embargo, tenían el "demagógico arte de la seducción pública", y eran dos demagogias diferentes. 

Adolfo Suárez representaba la demagogia blanca, el atractivo de un joven valeroso de derechas, un modelo de clase media y grandes almacenes, sin exageración de figura, y con un modo excepcional de sonrisa y de abrazos. Felipe González representaba la demagogia roja de buen tono, la seducción de un muchacho moderno de izquierdas, un poco agitanado, moro y flamenco, y hasta con cierto aire de guerrillero centroamericano, con hábitos europeos recomendados por Willy Brandt. Lucía camisas a cuadros, su demagogia era la redención con buenas formas, levantaba el puño sin ira y con triunfo, y sonreía muy bien. Termina el maestro Romero de esta guisa: "Con estos materiales hicimos los primeros años de nuestra democracia".

La figura de Pedro Sánchez le ayudó a ganar las elecciones sin que arrollara en las urnas. Las cámaras de televisión le quieren más que a Pablo Casado. Lo cual es una ventaja que no cesa. Sabido es que la Moncloa va quemando a su inquilino... Pero tampoco es menos cierto que éste va adquiriendo conocimientos y tablas suficientes para hacerse fuerte en el poder. Casado, desgraciadamente para su partido, va perdiendo peso. A pesar de que fue elegido por ser el hombre con más galanura del PP. Y así lo airearon en su momento las mujeres más destacadas de los populares.

Pablo Casado es apuesto, si duda alguna; aunque le falta el demagógico arte de la seducción oral. Esa que le sobra a Juan Vivas -alcalde de Ceuta- y con la que lleva más de veinte años engatusando a tirios y troyanos. Seducción que va acompañada por una cara de bueno que no se puede aguantar. Eso sí, carece de la adecuada figura corporal para aspirar a la presidencia de la nación. ¡Qué pena!...





 



martes, 27 de julio de 2021

¿Qué es el estilo?

En el verano de 1986, llevaba yo poco tiempo escribiendo en un periódico local y un compañero, ya fallecido, me decía a cada paso que nosotros carecíamos de estilo. Hasta que un día le pregunté: ¿se puede saber qué es el estilo? "El estilo -dijo- es una especie de espejo del carácter". Y concluyó: "Como sea el estilo será el carácter". Dio media vuelta y se fue a su sitio dejándome con la palabra en la boca. 

En diciembre del mismo año, el cartero llamó a mi puerta para entregarme un paquete en cuyo interior había un libro pequeño, titulado Curso de Redacción. En la Introducción, entre otras cosas, decía que si es cierto que el estilo es el hombre, es cierto también que, para que sea verdaderamente "estilo", ha de poseer, al menos uno de los grandes recursos tradicionalmente requeridos para seducir a una mujer: el arte de agradar y el arte de interesar. Eso es, pues, el estilo: el arte de la seducción.

Desde los tiempos de Adán y Eva hasta nuestros días, millones de hombres han hecho la corte a otros tantos millones de mujeres. En tales circunstancias, las cosas que se han dicho, que se dicen y que probablemente se dirán, son siempre las mismas. Pero lo que es distinto, lo que cuenta, no es lo que se dice sino cómo se dice. El supremo misterio del estilo radica en eso.

Un adverbio repartido por aquí y allá, un adjetivo en su sitio, un sustantivo sustituido por otro, pueden realizar el milagro. "El sentido -decía Pascal- recibe de las palabras su dignidad". Es el secreto del estilo. Se sabe que "no hay persona célebre para su ayuda de cámara..." ni para su propia mujer. La mujer del famoso hombre político francés del siglo diecinueve exageró un poquito Esa mujer no era un portento y había conservado, a pesar de los años y la incuria del tiempo, la adorable ingenuidad de las personas, por vocación, disipadas.

Entre otras cosas, creía que el valor, la virtud y la honestidad eran los únicos ingredientes indispensables para captar éxitos. Por eso no conseguía comprender perfectamente cómo el oscuro candidato electoral que había desposado treinta años atrás, había llegado a ser ministro de la Tercera República. En la intimidad del hogar le parecía vulgar, vacío, insignificante. Ocupada como estaba en discurrir de un salón a otro, de una boutique a otra, se le ocurrió, un día, la insólita idea de asistir a una discusión parlamentaria. 

Entró en el Parlamento cuando su egregio marido estaba pontificando desde el banquillo azul. Se sentó, miró y escuchó. ¡Y comprendió! Comprendió cuál había sido, al menos para su consorte, el secreto del éxito. El hombre sabía hablar. Sabía decir las cosas más banales de manera interesante, y las cosas aburridas, de manera agradable. Era un seductor de profesión. Tenía lo que se llama "estilo oratorio". Y "el estilo lo es todo", como afirma el gran estilista francés Flaubert. Esto vale para la elocuencia, vale para la vida; y con mayor razón vale para la Literatura o, como debería decirse con mayor modestia, para el modo de escribir.

Se seduce a un lector como se seduce a una mujer o a una asamblea. Pero ¿cómo? No hay duda de que el primer momento de la seducción es el arte de saber agradar. Agradar significa saber hacer agradable, gracioso y atractivo cualquier tipo de argumentación: significa persuadir, convencer, conmover. Pero el saber agradar supone una cualidad fundamental. Supone corrección, propiedad, de modos, proporción de líneas. Supone un estilo correcto. Es decir, un estilo claro, elegante, conciso, armonioso. Un estilo correcto es, o debería ser, como un traje a medida...

Aprovecho la ocasión para decirles a quienes escriben. o desean escribir, que lean Curso de redacción: Libro de bolsillo que es una joya.

lunes, 26 de julio de 2021

Me juzgan mejor de lo que soy

Me imagino a Juan Vivas diciendo en una conferencia de prensa que se retira de la política activa y el consiguiente revuelo que se suscita entre los periodistas y público que abarrotan el salón de acto del llamado Palacio Municipal. Entiendo que haya que esperar para que cesen los comentarios sobre tan inesperada decisión. El presidente, mientras tanto, mantiene baja la vista hacia el suelo con un recato propio de tiempos pasados.

Al fin se hace el silencio y comienza el espectáculo: Vivas, después de muchos circunloquios, contesta a quienes le piden que diga claramente el motivo por el cual se da el piro: Me retiro de este mundo no porque tenga enemigos, sino porque tengo amigos. No porque me hagan daño, como es habitual, sino porque me juzgan mejor de lo que soy. Lo cual es una mentira que no puedo soportar más. En su rostro se refleja la emoción que le embarga.

La claque de populares y agradecidos que ocupan todos los sillones de la sala se pone en pie batiendo palmas y dando vivas a nuestro alcalde. El cual con las manos entrelazadas a la altura del bajo vientre y con la barbilla humillada, en señal de agradecimiento, mantiene esa figura nipona que tan buen resultado le da en todo momento. Los aplausos se acaban cuando el jefe de la claque lo decide con un carraspeo que se oye hasta en Galapagar. 

El compungimiento de nuestro alcalde se ve a una legua. Intenta expresarse pero no puede. Y la claque grita a voz en cuello: "¡Vivas no te vayas!". La petición es ensordecedora y dura muchísimo. Nuestro alcalde comprueba, una vez más, que aún tiene crédito para ganar otras elecciones. Aunque es consciente de que no será por mayoría absoluta. Si bien cuenta, cómo no, con los votos de VOX; por más que sus dirigentes le hayan declarado la guerra por su abstención en el conocido ya como 'caso Abascal'.


 


 



 

domingo, 25 de julio de 2021

Lunin brilló en el Ibro Stadium de Glasgow

El portero del Madrid evitó goles cantados en la primera parte. Sus intervenciones impidieron una goleada que hubiera causado sonrojo en el madridismo. Sí, ya sé que los jugadores del Glasgow Rangers están más rodados y que además su entrenador contó con toda la plantilla. Lo cual no obsta para reconocer que la actuación del equipo blanco fue decepcionante. Hasta el punto de que habrá causado inquietud en el seno del club. Sobre todo al comprobar, una vez más, que Marcelo e Isco siguen rodando por la ladera conducente a la sima. Es más, yo creo que han llegado ya a ella. Y, por si fuera poco, a Ancelotti se le ocurrió situar a los dos por el mismo costado. 

A propósito de Ancelotti: parece mentira que un entrenador de su categoría, viendo la presión que ejercían los escoceses y de qué manera estaban bombardeando a Lunin, no contrarrestara ese dominio absoluto con algo tan fácil como ordenar a sus hombres que adelantaran líneas y acudieran a la disputa de los balones largos enviados por su portero: a fin de evitar el agobio y además aprovechar las segundas jugadas. Lo cual es algo de cajón. Y además no es causa de desdoro futbolístico. El baldón hubiera sido perder por tres o cuatro goles. 

Marcó el Madrid en un contraataque llevado a cabo por Isco y Odegaard y culminado por Rodrygo con habilidad.  Así que el equipo blanco se adelantó en el marcador muy pronto. Pero el tanto no hizo mella en los escoceses. Puesto que dominaron el encuentro de cabo a rabo. Dominio aplastante que sirvió para comprobar que Lunin es un magnifico guardameta. Los goles de Sakala (55') y Cedric Itten (77') otorgaron un triunfo merecido al Glasgow Rangers y dejaron muchas dudas acerca del Madrid dirigido por Ancelotti.                              



sábado, 24 de julio de 2021

Llamar a capítulo

Que te llamen a capítulo es un mal asunto, pues quien tal hace te pide cuentas por tu comportamiento o te lo recrimina, y generalmente con autoridad para ello. A Juan Vivas, durante las sesiones plenarias, no se le cae de la boca la expresión; debido a que el portavoz de VOX cuando chamulla se arma la marimorena. Pero éste se salta la censura a la torera. Es decir, que sigue poniendo como chupa de dómine a sus adversarios políticos. 

En plena batalla verbal, y con nuestro alcalde amonestando al señor Verdejo con insistencia, se escucha lo siguiente: "La cosa tiene bemoles". Es decir, que lo que está ocurriendo resulta indignante para Carlos Rontomé -consejero del Partido Popular-. Verdejo y Rontomé comparten la misma fila y están sentados en sillones contiguos. Así que siempre tengo la impresión de que uno de ellos está dispuesto a abrir la caja de Pandora y originar consecuencias lamentables. Pero todo queda en agua de borrajas. O sea, en nada. 

El portavoz de los socialistas -Manuel Hernández- deja entrever por su lenguaje corporal que nuestro alcalde "es un Juan Lanas": Hombre apocado que se presta con facilidad a todo cuanto se quiera hacer en los plenos. Y aprovecha su intervención para lamentarse de lo que está ocurriendo y dando muestras palpables de que el dequeísmo se ha adueñado de él. "Le dije de que viniera y vino" y así fue impregnando el ambiente de un vulgarismo que debiera corregir cuanto antes. 

Mohamed Alí (Caballas) habla con soltura y expone sus ideas con claridad. Aunque bien haría en no acelerarse para decir muchas cosas en tan escaso tiempo. Es preferible hablar menos y hacerlo mejor. Fatima Hamed (MYDC) ha debatido siempre muy bien. Aunque cuando se practica la política activa es conveniente aprovechar el tiempo libre para mejorar...  En fin, los plenos no me cautivan pero reconozco que me divierten. 

  

viernes, 23 de julio de 2021

Ilusionante tarea de Ancelotti

Su trayectoria como futbolista y entrenador es harta conocida. Como técnico es arquetipo de moderación. Lo cual no es óbice para que la disciplina reine en sus equipos. Cuenta con una plantilla que ha ido envejeciendo y en la que hay futbolistas que no han dado la talla. Algunos de ellos se han convertido en eternos cedidos: Jovic, Ceballos, Vallejo, Bale, Kubo, Odegaard,.. 

Otros no acaban de rendir en la medida que el club esperaba. Verbigracia: Isco, Marco Asensio y Hazard. Rodrygo, Vinicius y Valverde carecen de regularidad en sus actuaciones. Kroos y Modric, veteranos curtidos en mi batallas, siguen siendo los centrocampistas más destacados con Casemiro. Alaba y Mendy son los nuevos fichajes. Lo cual supone que el equipo blanco cuente ya con dos zagueros zurdos y dos diestros. Ya era hora. Ah, Benzema es la estrella indiscutible como delantero flotante; un falso nueve que marca goles. Y Courtois un portero excelente.  

Carlo Ancelotti habrá recomendado algún jugador de campanillas. Cuya contratación no será fácil en los tiempos que corren. Ahora bien, el técnico italiano tiene por delante la ilusionante tarea de recuperar a Hazard, Marco Asensio, Bale e Isco. Deberá convencerlos de que para jugar han de batirse el cobre. Tarea ardua: porque la indolencia de los cuatro hace mucho tiempo que impera. Si Ancelotti es capaz de ganarse la voluntad de algunos de los futbolistas citados y éstos reverdecen sus lauros, habrá sido un acierto su contratación.





jueves, 22 de julio de 2021

Bronca en el Pleno de Ceuta

La cual ha sido noticia nacional. El escándalo lo han propiciado VOX y el PSOE. Nada nuevo. Así que una vez más han conseguido que Ceuta sea el foco de atención de todos los medios; para mal, claro que sí. Lo que no deja de ser lamentable. Sobre todo para una ciudad que necesita dar la mejor imagen. La que merecen sus ciudadanos. Esta tierra no tiene nada que ver con los espectáculos denigrantes que ofrecen sus políticos cuando debaten en las sesiones plenarias.

Verdejo (VOX) y Gutiérrez (PSOE) no se pueden ver ni en pintura. Pero esa inquina que ambos se tienen deberían resolverla en sitio adecuado. Lejos de las cámaras de televisión. Lo que no quiere decir que no debatan con la pasión adecuada en defensa de sus ideas y en beneficio de quienes han votado a las siglas que representan. Precisamente, los plenos televisados les da la oportunidad de mostrar que saben hablar y no vociferar. Pero no están capacitados para seducir por medio de la palabra. Carecen de "estilo oratorio". Y "el estilo lo es todo", como afirma el gran estilista francés Flaubert. 

Pero hay más: Gutiérrez y Verdejo no se han dado cuenta de que sus grotescos enfrentamientos redundan en beneficio del presidente de la Ciudad. Cuanto más ruido hagan ellos mejor para el Partido Popular. Juan Vivas hace muy bien el paripé de llamar a capítulo a dos políticos que se comportan como gallos de pelea en un reñidero. Incluso hace verdaderos esfuerzos para que su voz, a pesar de estar quebrantada, suene grave para la ocasión. Pero le sale chillona. También conocida como gallipavo.

Cuando se llega a ese extremo, es decir, cuando Verdejo y Gutiérrez se dicen impropios y Vivas interviene para hacer notar su autoridad, el escenario parece acoger las escenas de una comedia que no cesa de repetirse en los plenos. Y tengo la impresión de que Gutiérrez y Verdejo hacen el canelo. O sea, que le ponen a Vivas en bandeja el papel de político prudente, conciliador e incapaz de insultar a sus adversarios. La mejor campaña electoral para que vuelva a ser el candidato más votado.    



miércoles, 21 de julio de 2021

Los juegos Olímpicos

Hace ya muchos años que se nos dijo que la vieja máxima que relacionaba el deporte con la salud ha resultado ser no del todo cierta. Sobre todo a partir de la aparición de dos fenómenos casi paralelos: la masificación de la práctica del deporte y la aparición de los atletas muy profesionalizados, en cuya perfección técnica hay algo decididamente robótico. Así que ha pasado de la persona "sensible a la persona máquina". 

En la Ilíada de Homero, Aquiles -el de los pies ligeros, es decir, el corredor por excelencia- muestra un punto flaco, precisamente el tendón que lleva su nombre, del cual todos los practicantes de carreras atléticas han padecido alguna vez. Como corredor, Aquiles no tiene el punto débil en sus tendones porque Tetis, su madre, lo sumergiera en el río sagrado agarrándolo por el talón, sino simplemente porque es corredor: el mito transforma la historia en naturaleza, y las lesiones de los atletas no pueden ser explicadas ateniéndose a causas naturales. 

Aquiles es un ser humano: padece, se irrita, desea; es un ser sensible, que usa su cuerpo para la carrera. Y es un ser humano sumamente precario, como todos y cada uno de los seres de esta extraña especie que poblamos la Tierra. Seres cuyas vidas penden de un hilo, que pueden ser víctimas de la enfermedad y del dolor, dependientes de los demás, vinculados con ellos a través de lo que socialmente somos. Aquí se situaría la práctica del deporte. 

Durante mucho tiempo hacer deporte fue -y sigue siendo- una actividad individual o social que conectaba a los seres humanos con el placer de la vida; en este sentido podríamos decir parafraseando a Sigmund Freud, el creador del psicoanálisis, que la práctica deportiva sería una actividad "erótica", porque nos conectaría con el eros, con el instinto de vida; pero, en las últimas décadas, una parte de la práctica deportiva se ha convertido ya, en una actividad netamente peligrosa, en la medida que somete a los seres humanos a unas exigencias físicas y psicológicas que los colocan en situaciones de extrema dificultad, les hace envejecer prematuramente y limita sus capacidades al tiempo que hipertrofia otras. 

El precio de los récords, ese horizonte al que cada vez se llega con más dificultad, se viene pagando cada vez más caro en salud y, por qué no decirlo con toda claridad, también en vidas humanas. Lo escrito es una reflexión hecha por profesionales durante la celebración de los juegos Olímpicos de Barcelona (1992). Lo cuales calificaron los juegos como espectáculo que no era el de unos seres humanos "sensibles" al estilo de Aquiles, sino que vimos auténticas "máquinas humanas", orientadas a ganar medallas o a conseguir récords. Cierto es que la evolución de la técnica deportiva no cesa. Pero...


lunes, 12 de julio de 2021

Empiezo mis vacaciones

El primer club de fútbol fue posiblemente el Huelva Recreativo Club, creado por ingenieros ingleses en las mimas de Riotinto en 1898. El deporte, y especialmente el fútbol, suscitaba fuertes lealtades y excitaba de alguna forma el populismo españolista. Unamuno resintió el auge del deporte como una forma de estupidización colectiva e individual: "...hay ya -escribió en La Nación de Buenos Aires el 23 de marzo de 1924- el "aficionado" futbolístico, que no da patadas al pelotón, pero acaba por convertir en un pelotón su cabeza a fuerza de discutir jugadas y jugadores".

Unamuno era hábil en la provocación y sus artículos en la prensa, quizá los más viscerales y apasionados que escribió nunca, no hicieron mella alguna en un deporte que contaba ya con grandes estadios de hierba (San Mamés, 1913; Las Corts, 1922; Chamartín, 1924) -antes se jugaba en descampados-, impulsó la organización y el desarrollo de la competición. Jugadores y entrenadores profesionales reemplazaron a los jugadores amateur (estudiantes de ingeniería y arquitectura, abogados, médicos...) que hasta entonces habían figurado de forma dominante en los equipos: fichajes carísimos como los de José María Peña (1926) y Ricardo Zamora (1929) por el Real Madrid marcaron el cambio. En 1928 se organizó ya el primer Campeonato de Liga, con diez equipos profesionales, que ganó el Barcelona. 

Inglaterra e Italia jugaron ayer la final de la Eurocopa de Selecciones Nacionales. Todo un acontecimiento. Pero, debido al empate que campeaba en el marcador, hubo de jugarse una prórroga. Ya no recuerdo si fue la séptima u octava habida durante la Competición. El caso es que lo mucho cansa. Hasta el punto de que llegué a ella extenuado. Así que mi agotamiento me impidió tener las ideas claras para opinar del encuentro a medianoche. Y, claro, en vista de que aún tengo la cabeza como un pelotón, he decidido tomarme unas vacaciones; no vaya a ser que tenga el caletre gripado. Espero recuperarme cuanto antes. 




sábado, 10 de julio de 2021

El tema es una tortura para los televidentes

Leer a Lázaro Carreter en El Dardo en la Palabra o en El nuevo dardo en la palabra es un placer del cual no me privo. Tengo ambos libros a mano para seguir estudiando mi lengua y de paso divertirme con las ocurrencias del maestro acerca de quienes se empeñan en destrozarla. Así que he accedido a la página 258 donde hay un dardo cuyo título es el siguiente: Culmina el tema. 

Como es lógico me toca abreviar su escrito: "La acepción correcta apenas respira ya entre las flatulencias que han henchido el vocablo: "¿Casarme? Ahora no pienso en el tema"; "Si es precisa una huelga para que la gran patronal entre en razón, no dudaremos en el tema"; "La jornada laboral de cuarenta horas es un tema incompatible con la creación de puestos de trabajo"; "Aborto, detenido un médico que practicaba el tema". 

Lo notable es que esta tumefacción, a diferencia de otras, ha calado en todo tipo de hablantes; se desplaza con idéntica soltura en Volvo que en Metro; emerge igual de cabezas con cabello asilvestrado que de cráneos mondos; media entre el coronel y el recluta, entre la empleada de hogar y la empleadora, entre el terrateniente y el limpiabotas. Asistimos a su triunfo universal. Y la causa es obvia: se trata de un comodín que evita pensar; colocado en cualquier lugar de la frase, equivale a la palabra que allí haría falta. No forma brillantes escaleras de color, pero permite jugar con fulls fuleros -dice don Lázaro.

Tanto tema está provocando una aguda microcefalia en no pocas personas que vemos los partidos de fútbol en Cuatro y Telecinco. Una disminución de sesera debida a que hay un comentarista capaz de pronunciar cuarenta o cincuenta veces el dichoso vocablo. El opinante, además de haber sido un magnífico futbolista, es agradable. Pero alguien debería decirle que esa palabra se ha convertido en una tortura para muchísimos televidentes. O sea. 






viernes, 9 de julio de 2021

Pegando la hebra con Salvador Ortigosa

Salvador Ortigosa, conocido por mí desde hace la tira de tiempo y lector de este blog, me llama por teléfono para decirme que le ha parecido bien lo que he escrito acerca de las innumerables alabanzas que sigue recibiendo Pedri por sus actuaciones con la Selección Española. Reconoce que el exceso de elogios no le favorece a un jugador en edad temprana. Lo han puesto en los cuernos de la luna; es decir, lo han situado en el más alto pedestal. Lo cual, amigo Manolo, tiene su peligro...

Poner a alguien en los cuernos de la luna es una expresión que a mí me gusta. Aunque muchas veces, Salvador, tomo prestada la de Antonio Gala: "En la cresta de la ola". Pocas expresiones tan exactas para definir la altura y la precariedad simultáneas de quien sube como la espuma, impulsado por una fuerza ajena, porque, aunque haya hecho méritos suficientes para reclamar la atención, esa forma momentánea de exhibición es siempre provocada desde el exterior y por un interés ajeno, lo cual lo transforma en dependiente, sea con su consentimiento o a su pesar". 

En la cresta de la ola hay soledad y vértigo. A la cresta de la ola se asciende sin equipaje, y se queda expuesto al inexplicable capricho de la mar. Puede leerse en El don de la palabra.

Salvador cambia de tercio: ¿Qué te parece cómo se está desarrollando el Tour de Francia?

Querido Salvador, creo haberte dicho, en otra ocasión, que no veo el Tour desde que corría Alberto Contador. Aunque yo nunca fui muy aficionado al ciclismo. Tampoco al baloncesto; excepto cuando juega el Madrid. Y  no tengo inconveniente en airear que soporto el tenis si juega Nadal. Sí, claro que sí, con el paso de los años me he vuelto más selectivo en todos los aspectos. Llevas razón.   


jueves, 8 de julio de 2021

Pedro González López, Pedri

Si a usted le preguntaran por Pedro González López, aunque sea muy aficionado al fútbol, seguramente no pensaría que se trata de un futbolista. Pero si le hablaran de Pedri, no tengo la menor duda de que no dudaría en decirnos que es un jugador del Barcelona que ha sido internacional a edad temprana y del cual no se cansan de hablar los medios de comunicación. Los aduladores se prodigan en elogios a alguien a sabiendas de que es lo peor que se debe hacer con un futbolista que empieza su carrera.

En la sociedad y en el país en que vivimos, lo terrible de la fama a destiempo no es nunca que envanezca, sino que inutilice e invalide. Alguien dijo que el único éxito fértil es el de ser aceptado y entendido. Pedri obtuvo ya ese logro. Así que bien harían los gacetilleros en no dorarle la píldora por sistema. Del éxito se ha dicho que es como el whisky: la primera copa tonifica, la segunda excita, la tercera trastorna y la cuarta tumba. Y no sería la primera vez que alguien situado en la cima de la montaña acaba deslizándose por la ladera conducente a la sima. 


No creo que el elogio de Luis Enrique a Pedri, días atrás, fuera oportuno: "Lo de Pedri no se lo he visto a nadie, ni a Iniesta a su edad". Y no porque las comparaciones sean odiosas, no; sino porque ya se había terminado la Copa de Europa de Selecciones y por tanto los estímulos sobraban. Imaginemos que Ronald Koeman piensa que la titularidad de Pedri no es necesaria en su equipo. ¿Qué dirá el seleccionador entonces? ¿Se inmiscuirá en el problema?  ¿Será capaz de decir a voz en grito que Pedri está ya a punto de  no ir a la zaga de Lionel Messi? 






miércoles, 7 de julio de 2021

Error de bulto de Roberto Mancini

La figura del falso 9 es conocida también como delantero centro flotante. Alfredo Di Stéfano, a principios de los años cincuenta, desempeñó esa misión desconocida por aquí y la llevó a cabo con tanta maestría como para sembrar el pánico entre los defensas. Debido a que éstos no se atrevían a seguir sus andanzas por el césped. 

Hablando un día con Carlos Iturraspe, cuando era miembro del cuerpo técnico del Valencia, para que me cediera a Mario, jugador del Mestalla, le dije que si era consciente de que el marcaje de Mangriñán a Di Stéfano, allá donde fuera, cambió el fútbol. A Iturraspe se le alegraron los ojos. Pues no en vano fue él quien dirigió ese partido ganado por su equipo (1-2) en el Bernabéu. Debido a que la estrella del Madrid fue anulada por el jugador nacido en Vall de Uxó. 

A partir de entonces, a medida que el juego iba evolucionando, los entrenadores fueron aprendiendo lo ventajoso y lo perjudicial que tiene jugar con un nueve de esas características. Lo provechoso es que  el técnico adversario se quede con los brazos cruzados frente al falso 9. Poniendo en peligro la victoria de su equipo. Y lo perjudicial para el otro es que se le combata esa disposición desde que el balón comience a rodar. 

Así que grande fue mi sorpresa cuando ayer me percaté de que Roberto Mancini, conociendo la alineación de España, se quedara con los brazos cruzados... Permitiendo que La Roja dejara a Bonucci y Chielllini sin referencia de marcaje y ganando el centro del campo por sumarse Dani Olmo a esa zona vital. Error de bulto en cualquier entrenador. Y mucho más si se trata de un italiano: tan dado ellos a hablar de tácticas, estrategias y cosas por el estilo. 




 






 



Italia se impone en los penaltis

Luis Enrique jugó con un delantero centro falso para dejar sin referencia de marcaje a Bonucci y Chiellini: dos centrales veteranos y muy difíciles de desbordar. Aunque a ambos les cuesta ya lo indecible salir de su rincón de seguridad. Es decir, lejos del área grande cuando les toca perseguir a un rival. La misión le fue encomendada a Dani Olmo. Quien tenía libertad para moverse a su aire por distintas posiciones y asociarse con su centro del campo para acabar enlazando con Oyarzabal y Ferran Torres. 

El planteamiento de Luis Enrique era acertado y los italianos ya no parecían ser tan fieros como nos lo habían pintado. Dado que España dominaba el centro del campo. Pero ni Oyarzabal ni Ferran Torres supieron aprovecharse de los huecos que se producían en el sistema defensivo del equipo dirigido por Mancini. Amén de que los centrocampistas tampoco se atrevían a entrar desde atrás para rematar la faena. La primera parte terminó con empate a cero. 

El seleccionador italiano trató de corregir los problemas que le estaba ocasionando el 9 falso adelantando la posición de sus defensas. Pero ni Bonucci ni Chiellini se atrevían a alejarse de Donnarumma. La Selección Española fue sorprendida por un contraataque que convirtió Chiesa en gol. Corría el minuto 59 y el partido se le ponía cuesta arriba a España. El gol de Morata (75')  afectó a los italianos y les dio alas a los españoles. Pero ambos selecciones fallaron sus ocasiones de gol.

Italia pasó a la final por acertar más que España en la tanda de penaltis. En esta ocasión, Unai Simón no pudo convertirse en héroe. Aunque cabe decir que La Selección Española ha competido muy bien y ha estado en un tris de ser finalista.







lunes, 5 de julio de 2021

Un millón de gracias

Es el título de un libro escrito por Antonio Burgos. ¡Perdón! Quiero decir don Antonio; no vaya a ser que se enfade el reputado escritor sevillano y me responda que si él no soporta el "tú" del personal de los hospitales cómo va a aceptar mi tuteo.  Y hasta puede que me mande allá donde el viento da la vuelta: no sólo por no conocerme absolutamente de nada, que también, sino porque su don le pertenece por ser bachiller por el plan antiguo. 

Releyendo Un millón de gracias me he acordado de que en El Quijote el Barbero llama a Sancho 'don Ladrón'; Don Quijote se dirige al leonero llamándole 'don Bellaco'. El uso del don injurioso es propio a su vez de las novelas de caballerías. El Renacimiento había puesto en el ánimo de la gente un deseo de superación que a menudo se quedaba en estos usos artificiales y esperpénticos. Quien podía se compraba la merced de llevar el Don con todo derecho, privilegio que en 1644 costaba doscientos reales, y el doble si se quería que el hijo lo heredase; si se pagaban seiscientos reales de plata el privilegio se hacía perpetuo en los descendientes legítimos. Francisco de Quevedo escribe en La visita de los chistes (1622):

En todos los oficios, artes y estados se ha introducido el don en  hidalgos y en  villanos. Yo he visto sastres y albañiles con don.

Se llegó a tal extremo en el uso de los tratamientos que se devaluaron. Desde Berceo al siglo XX se ha dado el título a lavanderas y dioses; a reyes y santos, a los meses del año y a las fiestas, a alimentos y monedas... Tal ha sido la profusión y abuso que lo que nació para distinguir acabó siendo insulto. Ejemplos: Don nadie. Dondiego. Doncoliche. Dontieso. Lo de Dontieso se dice mucho en Jerez de la Frontera y otros puntos de la provincia de Cádiz. Así llaman a quien tiene mucho don pero carece de din; persona que aunque venida a menos no parece darse cuenta de su situación y afecta grandeza, cuando está tieso. 

Querido don Antonio: A mí jamás se me ocurriría tutearle, faltaría más. Pero no le exija a los sanitarios que lo hagan. Pues es preferible que le priven del don a que le digan: "Está usted muy bien para su edad". O que llegue el vecino y le suelte eso de "¡Qué bien le veo!...", don Antonio. Pues ambas frases parecen hechas como llamadas prudentes para recordarnos que estamos ya con esa hoja roja que aparece en los librillos de papel de fumar para indicarle al fumador que se está acabando.






 




 




domingo, 4 de julio de 2021

Yo no creo que Luis Enrique le haga caso a la prensa

Ayer escribí de Luis Enrique. Y hoy, a pesar de que yo detesto repetirme y mucho menos en tan poco espacio de tiempo, volveré a las andadas. Mi redoble tambor se debe a que he leído que "el seleccionador toma decisiones a partir de lo que dice la prensa". Semejante acusación es más grave que tacharlo de antipático, de engreído, de pedante... Y, si le ha llegado a sus oídos, seguramente le habrá sentado peor que si lo hubieran insultado. 

Luis Enrique se fue del Madrid porque Johan Cruyff lo convenció para que fichara por el Fútbol Club Barcelona. Así que tuvo tiempo de aprender de quien fue estrella como jugador y entrenador. Lo cual no suele ser habitual. El holandés dijo que hay tres clases de entrenadores: "Los que ganan y pierden un partido sin saber por qué; los que ganan y pierden un partido y saben por qué; y los que ganan y pierden un partido y no sólo saben por qué sino que también tienen la solución para seguir ganando o evitar seguir perdiendo". En suma, que la vida consiste simplemente en tomar decisiones. 

Del carácter avinagrado de Luis Enrique se ha hablado ya mucho. Y lo que te rondaré, morena. A veces con razón y otras sin ella. Pero me parece intolerable que se le achaque que elige a los jugadores acorde a los caprichos de algunos periodistas que escriben en periódicos de tirada nacional o hablan en emisoras de radio y televisión destacadas. De haber sido así, no habría dudado en seleccionar a Sergio Ramos: cuya no inclusión en la lista de convocados fue motivo de escándalo por parte de sus partidarios. Que son innumerables. 

De haber seguido las indicaciones de los periodistas no tengo la menor duda de que Navas, Aspas, Marco Asensio, Nacho y Parejo, entre otros, estarían formando parte del combinado español. No obstante, Luis Enrique hizo lo que creyó conveniente. Es decir tomó decisiones. Las que han ido acompañadas de otras más recientes: mantener en la portería a Unai Simón, tras el fallo frente a Croacia y darle cobijo a Morata cuando los críticos pedían su relevo a voz en grito. 

Mi opinión, modesta donde las haya, es que Luis Enrique no debería alinear, salvo necesidad, a dos centrales zurdos. Y, desde luego, no entiendo que Busquets sea poco más o menos el faro que alumbra a la Selección Española. Ya no cabe, cuando los contrarios nos dominan o nos sorprenden en las transiciones, para mí contraataques de toda la vida, decir que la flojedad defensiva de Busquets es irrelevante si la comparamos con su clarividencia futbolística. 

 




 

sábado, 3 de julio de 2021

El carácter de Luis Enrique

Hay entrenadores que les repatea acudir a la sala de prensa después de los partidos. Van  porque están obligados. Lo cual no quita para que miren a los periodistas con desafecto. Porque hacen preguntas propicias para sacar a los técnicos de sus casillas. Y éstos han de morderse la lengua para evitar la confrontación con ellos. Y además ponen buena cara a fin de que no se molesten los interrogadores. 

Hay entrenadores diplomáticos, otros que soportan con estoicismo las preguntas que van preñadas de malaúva y también los que responden con acritud. Aun a sabiendas de que los escribidores se cobrarán con creces, tarde o temprano, cualquier comportamiento que ellos hayan considerado improcedente. Y no faltan quienes pertenecen a clubes que no admiten que un empleado se enemiste con los medios de comunicación.

Hay entrenadores que consideran a los críticos como personas que conocen el camino, pero que no saben conducir el coche. Dicho de otro modo: que no están capacitados para ahondar en un deporte al que no han pertenecido. Cándido, Carlos Luis Álvarez, les hubiera respondido: "La actualidad no ocurre, se crea. Si no existiesen periodistas, no habría actualidad. Habría sencillamente hechos". En fin, que críticos y entrenadores están obligados a soportarse. 

De larga y exitosa puede considerarse la carrera de Luis Enrique como jugador y entrenador. No obstante, su displicencia sigue siendo reprobada por quienes no soportan que hable de mala gana, de mal aire, de mal talante. Como si estuviera por encima de todas las cosas... Sin caer en la cuenta de que es el seleccionador del equipo perteneciente a todos los españoles. 

Sí, ya sé que la cosa no es fácil. Que cada español, amante del fútbol, se siente entrenador. Pero sus respuestas a los periodistas, hechas desde su atalaya de ser superior, aumentan el número de aficionados que están esperando un pinchazo para ponerlo como chupa de dómine. No se trata de que cambie de carácter... Faltaría más. Pero bien haría el seleccionador en mostrarse más cercano para evitar esa actitud calificada por muchos de petulante. 







 



viernes, 2 de julio de 2021

Unai Simón pasa de villano a héroe en un amén

El portero vasco fue tratado como un maula en el partido frente a Croacia. Motivo: cometió un error garrafal que puso a los croatas por delante en el marcador. Hoy, sin embargo, ha parado dos penaltis que han servido para que España juegue las semifinales de la Eurocopa de Selecciones. Los denuestos de entonces se han convertido en ditirambos. Me imagino que Unai Simón se habrá dado cuenta de que entre el éxito y el fracaso media una línea muy delgada. Menos mal que Luis Enrique confió en él. 

Los suizos principiaron el partido jugando mejor que los españoles. Pero tuvieron la desgracia de marcar en propia puerta. Gol tempranero que no arredró a un combinado donde Shaquiri y Seferovic  mostraron las debilidades de Busquets. Entre ambos emparedaron al mediocentro. Que no dio una a derechas. Los dos equipos carecieron de remates. El juego de los suizos mejoró en la segunda parte. Pero una dura entrada de Freuler fue castigada por el árbitro con expulsión. 

Corría el minuto setenta y seis y Petkovic, seleccionador suizo, no tuvo más remedio que sustituir a Shaquir, autor del gol del empate, para actuar con dos líneas de cuatro muy juntas y un delantero por delante. A  partir de ese momento los suizos se dedicaron a defenderse en campo propio y a confiar que Sommer, su portero, destacara sobremanera. Y a fe que el guardameta estuvo muy seguro. Muchos fueron los cambios que hizo Luis Enrique. Pero no surtieron los efectos deseados. 

A mí no me gustó el juego de España. Ni sé por qué razón el seleccionador alineó, otra vez, a dos centrales zurdos. Ambos se mostraron torpes para sacar el balón jugado desde atrás y tampoco evidenciaron seguridad defensiva. Ah, el seleccionador tardó un mundo en aprovecharse de la inferioridad del adversario. En fin, España jugará las semifinales porque Unai Simón paró dos penaltis. Lo que le ha permitido pasar, en pocos días, de villano a héroe. 



jueves, 1 de julio de 2021

Pegando la hebra con Luis Soriano

Cada vez que hablo con Luis Soriano, compañero de equipo en su momento y amigo que siempre me ha puesto en la cresta de la ola, no nos resistimos a contar nuestras vivencias futbolísticas. A mí me encanta recordarle lo mucho que yo disfrutaba viendo jugar a su hermano Manolo. Y tampoco me canso de enumerar las cualidades que tenía su primo: Manuel Gómez Barrera, Manolín. De él, de mi amigo Luis, tengo la certeza de que hoy podría ser un futbolista capaz de actuar en todos los puestos de la banda siniestra. Dado que su pierna izquierda era de madera noble. Amén de que tácticamente era muy bueno porque conocía el juego.

Luis sigue viendo muchos partidos y hablando de fútbol hasta los codos. Lo cual no es óbice para que juegue al tenis. Ayer me contaba los beneficios que le aporta ese deporte.  Y en esas estaba cuando, de repente, me dijo: "Manolo, hablas poco de tus vivencias como entrenador y, cuando lo haces, pareces embargado por la cortedad. Cuando actualmente opinan y dan lecciones quienes jamás fueron profesionales del deporte rey. Debo decirte que muchas veces me permito hablar de ti ante personas que no te conocen o dicen no conocerte".

Te cuento, Luis: Hablar de uno mismo es tan peligroso como agradable. Aunque hay riesgo de caer en una vanidad estúpida, y hay riesgo de naufragar entre los escollos de la falsa modestia. Por mi parte, y a mi edad, podría asumir los riesgos a fuerza de sinceridad extremada. Pero creo que no merece la pena hablar a toro pasado de muchas cosas que hace tiempo decidí guardar en el baúl donde permanecen los recuerdos buenos y malos. De los primeros me queda el cariño de muchos futbolistas que estuvieron varias temporadas conmigo. Pero que yo, salvo excepción, no hago nada para ponerme en contacto con ellos. De los segundos, me desagrada hablar mal de los muertos. Si bien es cierto que yo nunca me he lamentado públicamente de lo que pude haber sido y no fui.