La eterna canción

Francisco Marhuenda García, 'Paco' para sus amigos -amén de sus varios títulos universitarios, de haber participado en la política activa y de ser director del diario 'La Razón-', lleva mucho tiempo participando en tertulias televisadas. Así que se ha convertido en un contertulio muy popular por cómo discute con quienes dicen ser de izquierdas y partidarios de una República. Ayer, o anteayer, que para el caso es lo mismo, en el programa 'Liarla Pardo', el contenido del debate fue el fracaso de la Segunda República. Motivo muy principal para que se produjera la Guerra Civil. Eterna controversia que jamás pondrá de acuerdo a los españoles.

La discusión entre 'Paco' Marhuenda y su oponente, de cuyo nombre no me acuerdo, me recordó inmediatamente a otra mantenida a finales de los años setenta por dos personas muy leídas y que ostentaban cargos públicos. Una decía que si los Militares y la Falange no se hubieran alzado en julio de 1936 y desde el primer día no hubieran iniciado el holocausto de muertes, ninguna de aquellas terribles cosas habría ocurrido. 

La otra, sin embargo, tardó nada y menos en responderle: "Si los mineros asturianos no se hubieran sublevado en 1934, y en 1931 no se hubiesen quemado tantas iglesias, seguramente la Segunda República habría salido adelante...  A pesar de la cantidad de problemas que el Gobierno Republicano tenía que afrontar sin medios suficientes. Verbigracia: el desempleo, los problemas del campo, el hambre, el anarquismo, las revueltas, el entendimiento con la Iglesia y la reforma que estaba pidiendo a gritos el Ejército".

Y así hubieran podido ir retrocediendo en la historia hasta las Guerras Carlistas y la Constitución de Cádiz, con un acto de provocación conduciendo inevitablemente a otro. Actos de provocación que siempre acabaron como el rosario de la aurora. Quizá algún día los españoles nos demos cuenta de que a largo plazo se pierde más en las luchas que en los compromisos, y vean que en sus asuntos cuanto más grande es la victoria hoy mayor será la derrota mañana. No me extraña que alguien dijera que "no hay ningún péndulo tan monótono como el español".