Superioridad manifiesta del Chelsea

El Chelsea es actualmente mejor equipo que el Madrid en todos los aspectos. Y así lo ha demostrado tanto en Valdebebas como en Stamford Bridges. Y si encima va Zidane y le facilita las cosas, pues miel sobre hojuelas para los blue. O como diría el castizo: Así se las ponían a Fernando VII. Lamentable fue colocar a Vinicius como carrilero por la derecha. Su desconocimiento de la posición produjo un desbarajuste tanto en la defensa como en el centro del campo. Pues tanto Modric como Militâo tuvieron que centrar su atención en acudir en su ayuda continuamente. Si a ello le unimos las carencias de Sergio Ramos -siempre descolocado y más lento que una tortuga- y los despistes de Casemiro, cabe decir que el Madrid era pan comido para sus rivales. Menos mal que Courtois sigue obrando milagros.

El equipo blanco inquietó a los azules dos veces por medio de Benzema: la primera fue un disparo y la segunda un cabezazo. Pero Mendy intervino con acierto en ambas ocasiones. Bagaje atacante ridículo. Sobre todo porque el dominio lo acaparaban los ingleses conducidos otra vez por Kanté. ZZ no ha sabido acertar con el antídoto capaz de minimizar en parte la importancia del internacional francés en la zona donde se cuecen las victorias y las derrotas. El cual se ha bastado él solo para hacerse dueño de esa parcela. Hasta el punto de poner en entredicho a Kroos, Modric y Casemiro. Cuando Werner marcó el primer gol, tras varias ocasiones fallidas, quedó patente la inferioridad del equipo merengue. Por cierto un Werner que puso a Ramos en evidencia.

Hablando de Ramos, su presencia ha servido para hacer peores tanto a Nacho como a Militâo. Ambos  venían jugando notablemente. No me extrañaría, pues, que el capitán soñara esta noche con Werner. El segundo tanto lo obtuvo Mount en el minuto sesenta y siete. Tras el partido de hoy, donde el Madrid ha acusado un cansancio preocupante, no cabe la menor duda de que mucho habrá de mejorar el equipo para ganar La Liga. Pues el Sevilla, por ejemplo, podría aprovecharse de su mal momento y mandarlo a la lona en Valdebebas. Zidane, por más que haya ganado lo que ha ganado, debe reconocer que hoy ha tenido la mente aturdida.     

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