Mujeres bajo los efectos de su Pigmalión

Mabel Deu, Yolanda Bel y Carolina Pérez llevan más de dos décadas ocupando cargos políticos designados por nuestro alcalde. Lo cual llama la atención de muchos ceutíes. Y motivos tienen para preguntarse cómo es posible que un señor que no ha dudado nunca en destituir a no pocos hombres elegidos para ocupar puestos de confianza, por un quítame allá esas pajas, tenga fe ciega en tres mujeres que también metieron la pata en ocasiones. 

Cuando a mí se me ha preguntado al respecto, he dicho lo contrario de lo que pienso: mentira necesaria para no ganarme las iras de quienes tienen la piel tan fina que ni siquiera pueden estar cinco minutos expuestos al sol. Aunque también podría haber respondido que nuestro alcalde es un ser excepcional (!) que admira a las mujeres desde que tuvo uso de razón. Y hubiera quedado mejor todavía. 

Quien escribe ha aireado en ocasiones que los hombres suelen hablar bien de las mujeres y luego se portan mal con ellas. En cambio, las mujeres hacen lo contrario. Nuestro alcalde, sin embargo, habla bien de ellas y además prefiere mantenerlas como asesoras. Los resultados son palmarios: Juan Vivas lleva ya la friolera de 21 años sentado en la poltrona. Y, según se dice, sus éxitos en las urnas son debidos a que un altísimo porcentaje de votos les corresponde a la féminas.

Hace ya mucho tiempo le pregunté a Vivas durante una entrevista cómo se había ganado el favor de las mujeres.  Y nuestro alcalde, un tanto azorado y convencido de que yo trataba de bromear al respecto, dijo lo siguiente: "Tal vez les transmita ternura". Y  puede que sea cierto. Pues tiempo tuve desde entonces para comprender que Mabel Deu, Yolanda Bel y Carolina Pérez, además de vivir bajo los efectos de su Pigmalión, hacen cuanto pueden para protegerlo de quienes no lo estiman. ¡Qué emoción!...