Vigilando en espera de que el equipo rojiblanco, atenazado por los nervios de última hora, meta la pata. Lo cual ha podido ocurrir hoy frente a Osasuna. Pero los goles de Lodi y Luis Suárez, cuando el encuentro contra los navarros llegaba a su tramo final, han aplazado el posible milagro hasta el próximo domingo. Porque milagroso sería que el Madrid lograra ser campeón de La Liga en una temporada donde el equipo de El Cholo Simeone ha ocupado siempre la primera posición.
Tampoco es menos cierto que los jugadores merengues, de todas las épocas, han tenido siempre la fe del carbonero. En este caso, sin embargo, si tienen prueba para creer: el Valladolid necesita ganarle al Atlético para no descender. Incluso un empate sería suficiente; siempre y cuando los blancos le ganaran al Villarreal. Lo cual tampoco es fácil a estas alturas del campeonato donde nervios y agotamiento físico van cogidos de la mano.
Precisamente, los nervios del Madrid se han puesto de manifiesto durante muchos minutos en San Mamés. Por ello sufrió de lo lindo para derrotar a un rival que lleva ya tiempo sumido en un decaimiento que, según Marcelino García Toral, su entrenador, es achacable a lo mal que les sentó a sus futbolistas las derrotas de las finales jugadas contra la Real Sociedad y Barcelona. Desde entonces, el mejor resultado del Athletic ha sido la victoria en el Sánchez Pizjuán. Si bien no conviene ignorar que los jugadores veteranos del Madrid se desesperan con las actuaciones de Vinicius y Rodrigo. Ambos derrochan voluntad a raudales pero no acaban de rendir en la medida que se espera de ellos.
Una vez más, Zidane ha ganado el partido gracias a su sistema defensivo: dirigido por un magnífico Militao, acompañado por el siempre eficaz Nacho y el acertado Courtois. Asimismo Odriozola y Gutiérrez cumplieron con su cometido. A pesar de que Casemiro tardó un mundo en darse cuenta de que como mediocentro no debe despistarse en tareas defensivas. No sería justo olvidar la buena labor de Modric. En todo momento presto a que el juego transcurriera por los cauces que llevan a la victoria.
En suma, que el gol de Benzema vale un Potosí. Puesto que le permite a su equipo y a todos los madridistas creer que La Liga la puede perder el Atlético en Valladolid. Lo cruel sería que el Villarreal, del que nadie habla, pusiera a cada uno en su sitio. La emoción persiste. Y, desde luego, si el Atlético no sale campeón, como dicen los argentinos, tardará muchos años en serlo. Pues tiene el título a huevo.
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