Chelsea-Madrid

Mañana se juega el Chelsea-Madrid. Partido complicado para el equipo merengue, debido a que su rival es poderoso por la calidad de sus jugadores y además porque busca la portería contraria por el camino más corto y a una velocidad difícil de contrarrestar. Así lo pudimos comprobar en el primer partido de la eliminatoria. Los ingleses jugaron veinte minutos arrolladores. Y no exagero si digo que sembraron el pánico en el césped de Valdebebas. Dominio aplastante que no debió producirse por el conocimiento que ya se tenía sobre la forma de competir de los futbolistas dirigidos por Thomas Tuchel. 

Conviene recordar cómo Kanté se apoderó del centro del campo. Exhibiendo una espectacular condición física. Poderío que aumenta cuando tiene a su vera a Mateo Kovacic: especialista en desbordar líneas con conducciones de balón que desquician a sus oponentes. Aunque parece ser que el croata no se ha recuperado todavía de su lesión. Baja importante y a la que se sumará la del central Rüdiger por la misma causa. Zidane tampoco podrá contar con Valverde y Varane. Lo que supone un contratiempo. Dado que Sergi Ramos lleva mucho tiempo sin jugar.

A propósito, cuando le han preguntado al entrenador del Chelsea por la posible alineación del  'Gran Capitán' su respuesta ha sido tan descriptiva como poco generosa: "Si acaso juega Ramos, tal vez decida dejarlo sin referencia de marcaje". Lo que traducido significa que su presencia es mejor para sus intereses tácticos. Pues bien sabe el técnico alemán lo mucho que le gusta a SR estar en misa y repicando. Por lo que no sería nada extraño que cayera en el anzuelo. Lo que nadie puede negar es que sin Ramos el Madrid ha encajado muy pocos goles. Debido a que los centrales se han dedicado a cumplir con sus obligaciones como defensores. Es decir, que pocas veces perdieron el oremus.

En fin, mañana, y al margen de quienes jueguen, al Madrid le tocará sufrir lo indecible. Puesto que enfrente tendrá a un gran equipo... Dirigido con acierto, cuyo ritmo de juego es intenso y donde prima la velocidad y el deseo evidente de sus jugadores de llegar cuanto antes a la portería defendida por Courtois. Así que bien harían los madridistas en invocar a sus santos preferidos para que el belga cuaje una de esas actuaciones que le han permitido figurar entre los mejores del mundo. Si no el primero de ellos.