Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

jueves, 22 de abril de 2021

La fama de Florentino Pérez

El presidente del Madrid es conocido más que cualquier gobernante. Su fama hace ya muchos años que trascendió fronteras. Florentino Pérez es además un triunfador. Su gestión en la 'Casa blanca' está colmada de éxitos. En España, decía Benavente, se perdona el éxito sin mérito y el mérito sin éxito, pero el mérito con éxito resulta insoportable... Debido a la envidia. El español puede tolerar en otro español un par de cualidades, pero nunca más.

Un hombre puede ser rico y bueno, pero no inteligente; listo y gracioso, pero pobre. En cuanto intenta alcanzar ese tercer grado, se desencadena la animosidad contra él. Incluso se adquiere la costumbre de tutearlo con tono entre protector y agresivo para vengarse del dinero y de la fama que tiene.  El refranero lo dice con claridad meridiana: "Talento y dinero no son buenos compañeros."  

Agustín de Foxá -aristócrata, rico, diplomático, acababa de casarse con una muchacha guapísima, era el huésped preferido de las casas de Madrid, y, por si fuera poco, su obra en verso Baile en Capitanía llenaba el teatro tarde y noche. Al ser felicitado en el saloncillo del Español, dijo: "Yo ya ha empezado a hacer correr el rumor de que tengo una úlcera en el estómago..." Aquel hombre conocía bien a su mundo. Y estaba seguro de que en cualquier reunión alguien diría: "Sí, lo tiene todo, qué pena que esté tan enfermo...". 

Florentino Pérez es un empresario de primera fila y, lógicamente, es rico. Y, por si fuera poco, preside un club que es admirado en el mundo. Ejerce su cargo sin darse pote. Y tampoco ha creído conveniente combatir la envidia que suscita entre quienes serían capaces de cortarse una mano con tal de ocupar su puesto. El señor Tebas deja entrever en ocasiones ese deseo. Y está en su perfecto derecho a disfrutar de esa aspiración. Mas nunca a cualquier precio.  

Se viene hablando del fracaso del presidente del  Madrid como portavoz de la Superliga. Pero conviene recordar que los fracasos son inevitables para quien busca el éxito. Son el riesgo que subraya la grandeza de los emprendedores y, por su mera asunción, justifica el sacrificio y otorga respeto y consideración. Aunque en este caso, del cual se sigue hablando sin solución de continuidad, se percibe que fueron españoles con cargos quienes acudieron a las autoridades inglesas para que los clubes cambiaran de opinión. Los ingleses, conviene decirlo, inventaron el fair play, pero para los demás, no para ellos, que se creen distintos, por no decir superiores. 

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