Leo y oigo que el coronavirus ha evitado que la gente se manifieste -como ya lo hizo el 28 de febrero del año pasado- para clamar por las carencias que sufren innumerables personas y nunca resueltas por un presidente autonómico que ha sobrepasado ya dos décadas en el cargo. Verdad es que su longevidad como primera autoridad de esta ciudad se debe a que así lo han querido quienes acudieron a las urnas tantas veces como fueron citados a cumplir con esa obligación democrática. De modo que podríamos recordar eso de que quien por su gusto...
Una sociedad civil en movimiento puede ejercer un contrapeso en las mentiras y medias verdades que acostumbran a decir los políticos para mantener la adhesión de su pueblo. Pero en el caso que nos ocupa cabe manifestar que esa parte de la ciudadanía ha tardado demasiado tiempo en percatarse de la "feliz destreza" demostrada por Juan Vivas en hacerse acreedor a los favores de una mayoría con el fin de perpetuarse en el poder.
Ganarse el poder de la opinión pública, desde hace veintiún años, no está al alcance de cualquier mindundi, de ningún modo; para lograrlo hace falta que el político construya una teoría de esta opinión que él sabe maleable, sensible y fácil de engañar. Por tanto, la hipocresía se convierte para él en un deber. La hipocresía, que pregona vino y vende vinagre, es lo que peor visto está, según dicen los clásicos, en el infierno.
Juan Vivas acudió a las primeras elecciones con fama de ser un funcionario intachable y cercano que llevaba a su Ceuta, 'chiquita y marinera', metida en su corazón. Y sus paisanos vieron en él a la persona más buena y juiciosa que haber pudiera cuando entonces. Y lo primaron en las urnas con largueza. A partir de ahí, con mayorías absolutas durante no pocos años, dejó a sus subalternos el cuidado de medidas impopulares. Eligió con tiento a sus consejeros y evitó el cederles la menor parcela de autoridad; se dedicó tan sólo a defender y extender su poder por todos los medios. Y jamás se hizo responsable de nada que pudiera repercutir en su contra. Ejemplos hay...
Criticar negativamente a nuestro presidente no ha sido fácil en esta tierra. Pues era exponerse a que te llamaran inquisidor e incluso que peligrara tu empleo. Tal vez, conviene decirlo, más por miedo del empresario que por la primera autoridad ceutí. Por razones obvias: los medios están para que los editores ganen dinero y los empleados cobren. Y los dineros llegan por diferentes canales. Sobre todo de la 'Casa Grande´. La cual no deja de ser, según asegura Vivas, la mejor empresa de esta ciudad. Y, naturalmente, ya sabe a lo que se expone quien esté contra ella.
De un tiempo a esta parte, sin embargo, vengo observando cómo personas antes sumisas por necesidad; pues no todo el mundo es capaz de arriesgar la soldada por emitir pareceres tenidos por improcedentes para nuesta primera autoridad, han decidido darle a la lengua... Y he dicho para mí: semejante cambio quizá se deba a que Juan Vivas apenas tiene clientelismo que lo proteja o porque se le ha perdido el respeto por quienes antes se sometían a su voluntad. Lo cual me hace pensar que nuestro presidente tomará las de Villadiego más pronto que tarde.
¡Uf, vaya! ¡Gracias a Dios! Dirán incluso quienes le deben agradecimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.