Victoria del Madrid dirigido por Modric

El croata se erigió desde el saque inicial en el mejor jugador de su equipo. Enfrente tuvo el Madrid a un Celta que decidió darle buen trato al balón pero olvidándose de que tenía que llegar a la portería defendida por Courtois. A quien pudo sorprender muy pronto. Pero Iago Aspas malogró la ocasión. De esa jugada se fraguó un contraataque que acabó en gol marcado por Lucas Vázquez tras rematar de cabeza un centro espléndido de Marco Asensio. Se jugaba el minuto cinco.

El tanto le permitió al equipo blanco dejarse dominar y emplearse al contragolpe. Casi siempre dirigido por Modric. Quien impuso su conocimiento del juego y sus cualidades técnicas, una vez más, a la par que mostraba una condición física inmejorable. A pesar de ser treintañero. El Celta salió presionando muy arriba. Pero nunca puso en apuros a Courtois. Se limitó a hacer uso y abuso de la posesión de la pelota. Y además se encontró con la solidez defensiva de los locales.

Denis Suárez, magnífico futbolista, se situó en la banda derecha para aprovechar cualquier desliz de Mendy. Trató por todos los medios de sacarlo de su sitio. Mas nunca pudo con el lateral francés. Semejante misión influyó negativamente en el rendimiento del jugador celtiña. El segundo gol del Madrid llegó en el minuto cincuenta. Fue a raíz de un centro de Lucas Vázquez que remató Marco Asensio. Y, por si fuera poco, después se lesionó Iago Aspas.

A partir de ese momento, el equipo merengue se adueñó de la situación. Varane y Nacho dieron muestras de seguridad en las ocasiones que se vieron obligados a intervenir. Cierto es que también Mendy y Carvajal jugaron con tanta diligencia como sobriedad. El único apuro que pasó Courtois fue en un remate de Baeza. Cuando el partido estaba dando las boqueadas. Conviene resaltar la mejora que se va produciendo en el juego de Marco Asensio. Si bien no conviene tirar las campanas al vuelo. 

En lo tocante a los cambios, Zidane los hizo cuando apenas quedaba tiempo para comprobar que tal está Odegaard; jugador que, tras buenas actuaciones, desapareció de las alineaciones. Y qué decir de Eden Hazard. Nada. Porque sus escasas y cortas intervenciones nos impiden reconocerlo como aquel futbolista que nos hizo ser del Chelsea porque el belga jugaba en ese equipo. En suma, victoria merecida del Madrid y gran partido de Modric. Jugador que recomendó Mourinho y del cual se mofaron, cuando llegó a España, algunos gacetilleros sabihondos.