El Madrid va de mal en peor

El Levante Unión Deportiva se ha aprovechado de todas las debilidades de un Madrid que viene dando tumbos desde hace tiempo. El conjunto granota -mejor en todos los sentidos- ha logrado ahondar más en la herida de un adversario mal dirigido y sobre todo mermado físicamente. Y lo ha hecho sabiendo cómo hay que jugar contra un equipo que funciona con un futbolista menos. Mientras que su rival nunca supo hacer lo contrario. El equipo entrenado por Paco López, antes de ser expulsado Militâo, ya había puesto a prueba a Courtois. Cuya actuación fue sobresaliente. 

El equipo valenciano jugó de maravilla bajo el sistema 4-4-2. Lo hizo con futbolistas ofensivos y dispuestos a sacrificarse cuando les toca correr hacia atrás. Melero y Morales fueron dos puñales por los costados. Lo cual no fue óbice para que defendieran como si les fuera la vida en ese menester. Si a ello le sumamos la velocidad de Roger y Sergio León, dispuestos siempre a buscar el marco contrario por el camino más corto, no resulta extraño que el Madrid no diera pie con bola por ser incapaz de trabajar sin balón.

Tras quedarse el Madrid con diez, Bettoni situó a Casemiro como central. Y lo lógico hubiera sido que todo el equipo hubiera defendido en bloque. Máxime cuando Marco Asensio marcó en un contraataque. Pero a partir de ahí ni Asensio ni Hazaard ayudaron a sus centrocampistas ni mucho menos a sus laterales. Ambos en inferioridad manifiesta ante la velocidad de vértigo de los contragolpes visitantes. El gol del 'Comandante Morales', aprovechándose de un despiste de Odriozola, le sentó al Madrid como un tiro.  

Ante tan desfavorable situación, sólo cabía que Bettoni hubiera decidido emplear las armas con las cuales contrarrestar la superioridad del contrario. Es decir, con dos líneas de cuatro y un futbolista por delante de ellas a la hora de replegarse. Ahora bien, en ataque, y en vista de la presión adelantada que hacía el Levante, tratar de sacar el balón jugado desde atrás para llegar hasta los dominios de Aitor Fernández, no dejaba de ser un error imperdonable. Por cierto, el portero del Levante tuvo una tarde plácida. 

Lo que reclamaba el partido por parte del entrenador del Madrid era que su defensa se situara lejos de Courtois y que éste sacara en largo. A fin de salvar el centro del campo levantino y aprovechar las segundas jugadas. Uno de los comentaristas insistía en decirnos que el Madrid necesitaba un cambio de estructura en su sistema de juego, pero no se atrevía a explicar cómo debía ser. 

Asi que el Madrid se fue hundiendo mientras el Levante iba aumentando el ritmo para ganar. Pues se veía a la legua que, en esta ocasión, ni Modric ni Kroos podían obrar el milagro de la remontada con su juego. Pues ambos daban muestras palpables de cansancio y de falta de fe en las posibilidades de su equipo. Los cambios no surtieron el efecto deseado. Porque, además de tardíos, se hicieron para ver si sonaba la flauta. Nada extraño en el Madrid de Zidane.