Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

domingo, 24 de enero de 2021

El día clave

 

Fructuoso Miaja -concejal, senador y alcalde de Ceuta- considera en sus memorias que el día clave para el socialismo fue el 28 de octubre de 1982. Habíamos ganado las elecciones en Ceuta. Triunfo impensable en un feudo de la derecha. Pero nos quedaba por vivir una alegría aún mayor: la confirmación de que el Partido Socialista había ganado las elecciones por mayoría abrumadora y se disponía a gobernar sin trabas. Es decir, con 202 diputados; cifra muy por encima de los necesarios para la mayoría absoluta. Así que Felipe González podía cambiar España. Además de ser la primera vez que un partido de izquierda iba a gobernar en solitario.

En medio de la alegría, yo me acordaba de las palabras pronunciadas, días antes, por el director general de la Guardia Civil, el general Aramburu Topete: "Espero que los socialistas sean sensatos, si se hacen cargo del Gobierno". Tenía la sensación de que nuestra democracia seguía estando vigilada. Lo cual, debido a mi edad y a lo mucho que había vivido, me hacía recomendarles a los más jóvenes que no sacaran pecho y que procuraran hablar siempre de concordia, justicia y respeto. 

Nuestro triunfo comenzó con la descomposición de la UCD. Pero conviene no equivocarse: la clave estuvo en la figura de Felipe González. Un gobernante que en nada se parecía a los que había tenido España durante siglos. El encanto del sevillano se hizo notar desde que apareció en la escena política española. Ni hablaba como sus antecesores, ni se las daba de intelectual, ni había en él posturas comparables con ningún otro. Cautivó a la gente y el socialismo emprendió el camino victorioso. Aunque yo insistiera, una y otra vez, en la sede de Daoíz, que había que manejar la alegría con tino... Y razones había para ello.

La campaña electoral se había desarrollado entre bombas terroristas, el ruido de sables y con la pretendida intentona golpista que había preparada para el 27 de octubre -jornada de reflexión- y la aparición de Tejero en las listas electorales del Partido Solidaridad Española. Todo ello, unido a una realidad: pocos apostaban por el cambio en España. Pues tanto conservadores como comunistas lo consideraban demasiado prematuro para nuestro país.

De ahí las acertadas palabras de Alfonso Guerra, anunciando la victoria desde el hotel Palace de Madrid, convertido durante todo el día en el "cuartel general" de los socialistas. Unas palabras impregnadas de alegría y preñadas de serenidad. Con el fin de evitar provocaciones inútiles. De aquella noche mágica para nosotros, recuerdo la figura de Felipe González dirigiéndose a los españoles para hablarles de progreso, moderación y solidaridad.

Aunque no menos emocionantes resultaban aquellas otras imágenes en las que, mientras hacía su discurso el secretario general del PSOE, cientos de personas recorrían las calles madrileñas cantándole a la victoria. En aquellos momentos de felicidad, me acordé de aquel otro día de 1931, cuando la Segunda República fue también celebrada por todo lo alto,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta mis escritos ,pero desde el respeto.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.