El Madrid arrolla al Gladbach

El resurgir del Madrid frente Gladbach nos ha permitido conocer todos las debilidades del equipo alemán. La primera y principal es que la neglicencia de los futbolistas de su banda izquierda permitieron que Lucas Vázquez hiciera diabluras por ese costado. El lateral del Madrid, tal vez minusvalorado por el entrenador del BMG, le dijo a Thuram que no le siguiera cuando atacase con el fin de aprovechar los espacios que dejaba libre el gallego. No se me ocurre pensar en otra cosa. Tampoco entiendo cómo Marco Rose, entrenador del equipo germano, no corrigió semejante despropósito. 

 

Así que las incursiones de LV por su banda y sus centros medidos iban debilitando la fortaleza defensiva del temido Borussia Möenchengladbach. Asistencias que fue rematando con la cabeza un Benzema que nos hacía recordar a Santillana. La primera acabó en gol. Corría el minuto ocho y el equipo merengue le metió el miedo en el cuerpo a los alemanes. Aunque bien pudo empatar Plea en un despìste defensivo. El segundo tanto llegó a la media hora. Un centro de Rodrygo lo remató Benzema. 

Hasta ese momento, el Madrid había presionado en bloque muy cerca de la portería defendida por Sommer. Con la defensa adelantada y robando balones. Y continuó haciéndolo... Debido a que Modric, rayaba a gran altura junto a un Kroos formidable. Ambos se hicieron dueños de esa zona vital del medio campo y no cejaron en su empeño hasta el final del encuentro. Pudo el Madrid obtener más goles. A propósito, durante el partido recordé que Modric fue fichado por Mourinho, tras consejos de Mijatovic -en 2012- y se dijo en los medios deportivos que era una castaña pìlonga. 

 

En fin, que el partido nos permitió ver la mejor cara de un Madrid que venía dando camballadas hasta el punto de poner en peligro su clasificación en la Liga de Campeones de la UEFA. El triunfo frente al Sevilla y la victoria frente al BMG son el acicate para que el equipo afronte el partido contra el Atlético de Madrid. Un rival temible en estos momentos. Debido a que rentabilizan sus goles porque es casi imposible batir a Oblak.