Comunistas en Ceuta

Fructuoso Miaja -concejal, senador y alcalde de Ceuta- habló en Un hombre cabal, título del libro de sus memorias, del comunismo en Ceuta.

Los militantes comunistas eran muy pocos en Ceuta. Porque el partido comunista apenas contaba con unos cientos de militantes en toda España. Fue con la llegada de la II República cuando tomó cierto auge el comunismo. Y debo decir, por más que hayan querido hacernos creer lo contrario, que era un partido de corte estalinista. Por tal motivo, los delegados de la Internacional cortaban el bacalao. Sus órdenes tenían que ser cumplidas a rajatabla. Solían referirse a Moscú como la Casa y de ella partían las instrucciones y las respuestas a cuantos problemas iban surgiendo.

En principio, atendiendo a lo que yo vi, el partido estaba formado por personas muy jóvenes y casi todas ellas procedían del anarquismo. Se nutrían de sevilllanos y malagueños. En Sevilla consiguieron hacerse con una fuerza considerable. Aunque la estrategia puesta en práctica era calcada a la empleada por los anarcosindicalistas. De hecho, José Díaz, nombrado secretario general por decisión de Moscú, en sustitución de Bullejos, provenía del anarquismo.

Durante esos años, los comunistas hicieron todo lo posible por desacreditar a los socialistas y anarcosindicalistas. Se sentían muy importantes y sacaban pecho a la menor de cambio. Eran sectarios y andaban sumamente confiados en sus fuerzas. Buscaban tirar abajo cualquier tipo de reforma y echaron mano de la huelga con tanta asiduidad como lo pudiera haber hecho la CNT.

Los comunistas de Ceuta eran pocos pero muy válidos como personas. Pero en general, remitiéndome a los años que pasé con ellos en el frente y, posteriormente, en la cárcel, puedo decir que formaban una cuadrilla dispuesta siempre a despreciar a los militantes de los otros partidos o sindicatos. Por todo ello, a nadie le extrañó que los oficialistas la emprendieran contra los militantes del Partido Obrero de Unificación Marxista. Y fue porque Maurin y Nin, dos dirigentes principales, superaban en inteligencia a las cabezas visibles del PCE de la época.