Niceto Alcalá Zamora visita Ceuta

Fructuoso Miaja -concejal, senador y alcalde socialista- cuenta en Un hombre cabal, título de sus memorias escritas por servidor, la visita de Niceto Alcalá Zamora -presidente de la Segunda República- a Ceuta en octubre de 1933.

Cuando Niceto Alcalá Zamora visitó la ciudad, creo que estaba recién nombrado alcalde José Victori Goñalons, perteneciente al Partido Republicano Radical. Del día no consigo acordarme; aunque tengo la certeza de que fue en octubre de 1933. El presidente arribó a Ceuta en el Cañonero Dato, acompañado del ministro de la Guerra. En el muelle lo esperaban todas las autoridades civiles y militares. Se le rindieron honores de Jefe de Estado y el teniente coronel Yagüe iba al mando de la compañía de Regulares que cumplimentó al presidente de la República.

Las calles fueron tomadas por los ciudadanos. Incluso algunas vías de la ciudad apareçian engalanadas. La comitiva fue vitoreada mientras recorría el camino hasta el monte Hacho. Se dirigían a la casa del comandante general y allí brindaron por España y por Ceuta, según pudimos leer en El Faro del día siguiente. Faltaban cinco días para que se convocaran elecciones generales. Algo a lo que se vio forzado el presidente. Visto que los socialistas habían perdido la confianza en los republicanos de izquierda y se negaban a formar una nueva coalición con Azaña.

Se barruntaba la caída del tercer gabinete. Debida a que la situación política era muy difícil. La cual dependía de Lerroux: quien estaba obligado a reagrupar a los republicanos, como quería el presidente, para que los socialistas pasaran a la oposición. Lerroux consiguió lo primero: es decir, reunir a los republicanos; pero carecía de apoyos suficientes para mantener una mayoría parlamentaria estable. 

Todo parecía indicar que se buscaba un fracaso para disolver las Cortes Constituyentes. Y se decía que ese fracaso estaba bien visto por el presidente de la República y por el del Gobierno. Luego se produjo la definitiva escisión del Partido Radical Socialista. En el cual estaba integrado Antonio López Sánchez-Prado. Diputado por Ceuta. 

Fracasado el Gobierno, por desacuerdo entre las partes, se formó otro y fue nombrado presidente Martínez Barrio. Porque así lo quiso Alejandro Lerroux. La misión de Martínez Barrio era la de organizar nuevas elecciones para eludir el bloqueo. Así que se disolvieron las Cortes y se convocaron elecciones en poco tiempo.