Portugal es el actual ganador de la Eurocopa y de la Liga de Naciones. Títulos que avalan a una selección extraordinaria y que además ha demostrado en los últimos años estar entre las mejores del mundo. Y, por si fuera poco, tienen a Cristiano Ronaldo. El cual sigue siendo la figura principal de un combinado repleto de buenos futbolistas. Por tal motivo, debe valorarse en su justa medida la actuación de la selección española en la primera parte del partido jugado en el estadio José Alvalade de Lisboa. En la que España ha exhibido muy buenas maneras pero también su carencia de gol.
La carencia de gol es un problema. Dado que ni siquiera en los treinta minutos en los que ha dominado España ha sido capaz de poner en apuros a Rui Patricio. Los portugueses, en cambio, que se vieron privados del balón en la primera parte, pudieron marcar por medio de Cristiano Ronaldo. El equipo dirigido por Costa Santos necesita muy poco para crear peligro. Y lo vimos en la segunda parte, cuando los`locales estrellaron dos balones en el larguero de la portería defendida por Kepa.
El 4-3-3 diseñado por Luis Enrique, con Gerard Moreno como hombre más adelantado, y en las bandas Dani Olmo y Rodrigo; ambos buscando los adentros para crearles espacios a los laterales no produjeron el efecto buscado. Puesto que ni Sergi Roberto ni Reguilón se prodigaron en ataque. Y tampoco Ceballos, Canales y Busquets fueron capaces de disparar desde la media distancia. Busquets anduvo como ya es habitual en él, desorientado. Sin sitio. Trotando más que corriendo. A pesar de que su equipo dominaba y los portugueses se sentían incómodos en el centro del campo.
En la segunda parte, España fue a menos porque Portugal fue mejor en la zona vital del medio campo. Debido a los cambios ordenados por su seleccionador. Y las ocasiones de gol llegaron para los locales. Evitadas por los postes. Luis Enrique necesita un delantero capaz de inquietar a los centrales. De no ser así, habrá de seguir jugando con muchos hombres que no son especialistas en esa posición, es decir, con muchos delanteros falsos.
Adama Traoré debutó con la selección. Y dio muestras de su potencia durante los minutos que estuvo en el césped. Quizá, ante rivales menores, podría jugar como delantero centro para ver si es capaz de hacer daño en esa posición. A veces, donde menos se espera salta la liebre. Por qué no intentarlo cuanto antes.
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