Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 3 de julio de 2020

Los puristas del balompié contra Bordalás


Chauvinismo. Según definición del María Moliner es patriotismo exclusivista: fervor exagerado por las cosas de la patria propia acompañado de desprecio por las extranjeras. Los españoles han acusado siempre a los franceses de ser chauvinistas desde que nacen hasta que mueren. Los franceses han sido dos veces Campeones del Mundo de fútbol y sin embargo tales logros no les ha hecho pensar que fueron los inventores de nada concerniente al deporte rey. 

Ni Brasil ni Alemania ni Italia ni Argentina ni Uruguay, con muchos más títulos mundiales que  Inglaterra y España, presumieron de haber sido los creadores de un estilo de juego que sería tenido como arquetipo del fútbol moderno. Simple y llanamente reconocieron que habían sorprendido tácticamente durante la competición.

En cambio, nosotros nos declaramos hacedor de un estilo de juego llamado Tiki taka y salimos a la palestra sacando pecho como si hubiéramos sido los descubridores de la penicilina, tras el gol de Iniesta a Holanda y que hizo posible que España se convirtiera en la ganadora del Mundial celebrado en Sudáfrica en 2010.

Desde entonces no hemos parado de mirar por encima del hombro (chovinismo puro y duro) a las selecciones que no adoptaron ese estilo de juego. Y hemos renegado de todos los equipos de nuestras competiciones que tampoco practicaran ese jueguecito que estuvo tan en boga y que creó tantos clubes de aficionados exquisitos a un deporte donde empezó ya a cundir el aburrimiento y los despropósitos. Por causas obvias: no todos los jugadores están capacitados para practicar esa especie de rondo en el cual los porteros deben jugar con los pies más o menos como Messi.

Pues bien, casi todos los entrenadores que se apuntaron a ese Tiki taca, estando en equipos que no se podían permitir semejante extravagancia, han ido a menos en todos los sentidos. Y siguen  convencidos de que es mejor perder por seis o siete goles jugando bien (!) que ganar jugando mal (Paco Jémez, dijo). Mientras que José Bordalás sigue cosechando éxitos en el Getafe: club modesto pero con futbolistas convencidos del estilo de juego que propone su entrenador. Y además lo llevan a cabo con acierto. No entiendo, pues, la aversión que tienen los puristas del balompié al técnico del 'Geta'.    


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