Vinicius está en línea ascendente

En 2019, concretamente el 27 de febrero, Madrid y Barcelona jugaron el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. Ganaron los azulgrana por 0-3, a pesar de que el equipo entrenado por Solari jugó bien. Pero las magníficas intervenciones de Ter Stegen, unidas a las pifias cometidas por Vinicius, cuando lo fácil era meter el balón dentro de la portería, influyeron decisivamente en la derrota del conjunto blanco. Así que he decidido copiar literalmente un párrafo de mi artículo correspondiente a ese partido.

Vinicius se ha convertido en la gran atracción del Madrid. Los halagos al jugador brasileño no cesan. Se destaca su velocidad conduciendo el balón y cómo se va zafando de sus rivales con una facilidad pasmosa. Y todo acaba con el mismo comentario: "La criatura tiene dieciocho años... Por eso no le marca un gol ni al arco iris". Y, a renglón seguido, se produce un canto a la esperanza por parte de periodistas y aficionados: "Ya aprenderá a finalizar las jugadas". Aunque conviene recordar que el presente del Madrid son las victorias. Y que, cuando éstas no se producen, el club no espera a que nadie logre afinar la puntería en el futuro.

Desde entonces, es decir, desde aquel día frente al Barcelona, Vinicius fue perdiendo credibilidad entre los aficionados y los periodistas, siempre ávidos de novedades, vieron en Rodrygo a una figura con más posibilidades de triunfar en el Madrid. Y pronto decidieron instalarlo en la cresta de la ola. A la que se sube de prisa y corriendo y se baja aún con más celeridad. Puesto que lo difícil es mantenerse en ese lugar donde suele haber soledad y vértigo. 

La verdad es que durante un tiempo parecía que Vinicius estaba destinado a ser cedido. Que es la socorrida decisión para airear a los cuatro vientos que el futbolista debe madurar en otros equipos de menos exigencias que el Madrid. Pero, con la suspensión de La Liga, Vinicius Júnior ha vuelto plétorico de entusiasmo y dando muestras evidentes de que su velocidad, el don más preciado de cualquier futbolista, acaba siendo pócima para sus marcadores. Y si no que se lo pregunten a Gorosabel; defensa de la Real Sociedad, que ayer las pasó canutas.

En algunos momentos del partido celebrado en el Reale Arena, viendo correr como un rayo a Vinicius, me vino a la memoria Gento. Cuya velocidad era una pesadilla para sus adversarios. Mientras que en la banda derecha había un tal Kopa que jugaba como los ángeles, si es que éstos juegan al fútbol. Y la táctica del Madrid, cuando los partidos requerían de ella, consistía en ponerle a Paco Gento el balón en los espacios libres y a Raymond Kopa se lo pasaban al pie. Que podría ser el caso de Eden Hazard. Ojalá que Vinicius Júnior siga su línea ascendente. Y consiga marcar goles.