Blog de Manolo de la Torre


Entrenador de fútbol, ha ejercido la profesión 19 temporadas. Escritor en periódicos,
ha publicado una columna diaria, durante dos décadas, en tres periódicos ceutíes.

viernes, 29 de mayo de 2020

Las terrazas dan miedo


Es el título  de un artículo publicado en este blog el 13 del mes que corre. Del cual creo conveniente destacar el primer párrafo. "Así como en las grutas los murciélagos se aferran a las piedras, y unos a otros, así han decidido hacerlo muchísimas personas en las terrazas. Infrigiendo las reglas establecidas para evitar nuevos contagios de un virus que sigue matando a cientos. Quienes así se comportan, de manera insensata, la mejor respuesta que debe aplicárseles es el castigo correspondiente a una acción tan vil. Dado que jugar a la ruleta rusa con la vida de los demás no deja de ser un comportamiento ruin".

A partir de ese momento, durante mi horario para caminar, he ido viendo cómo las normas establecidas por el Gobierno seguían siendo conculcadas. Hay bares en los que la gente se agolpa en la barra o en la ventana del establecimiento que da al exterior. Y terrazas en las que no se cumplen las medidas exigidas. Pocos son los viandantes que andan por la dirección adecuada y que van provistos de la mascarilla correspondiente. Y así podría seguir enumerando incumplimientos que son tan inquietantes cual peligrosos.

De semejante proceder debía estar enterado el consejero de Sanidad. Por ser profesional muy dado a interesarse por todo cuanto concierne a sus obligaciones. De ahí que me cueste trabajo creer que no estuviera al tanto del estado de relajamiento existente entre los encargados de poner orden tanto en la calle como en los establecimientos. Quizá por estar convencido de que el Covid-19 no se atrevería a expandirse en Ceuta. Excesiva confianza, pues, en alguien tan experto. Y que ha acabado como el rosario de la aurora: Ceuta tiene una incidencia en coronavirus diez veces mayor que toda Andalucía, según he leído hace nada. 

Sí, ya sé lo que se dice de quienes suelen torear a toro pasado... Pero no es mi caso. Dado que me avala el primer párrafo. Tampoco sé si es cierto lo que se rumorea ya hasta en la península: que lo ocurrido aquí es debido a una fiesta a la cual acudieron muchísimas personas. Fiesta que, de ser cierta, no comprendo cómo pudo pasar inadvertida para quienes estaban obligados a suspenderla. En fin, ya sólo me queda rezar para que el virus no se ensañe con nosotros y que el Hospital Universitario carezca de camas -en la Unidad de Cuidados Intensivos- para afrontar la enfermedad. Así que me imagino la incertidumbre que reinará ya entre el personal sanitario. Dios nos coja confesados. 













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